Su satisfacción dio a conocer la presidenta del Senado, Isabel Allende Bussi, tras la aprobación definitiva del proyecto de reforma tributaria, señalando que se trata de la “primera gran transformación cumplida” por el gobierno de Michelle Bachelet.

“Luego de un arduo proceso, en seis meses de trabajo legislativo, podemos entregar al país la primera gran transformación que la presidenta Bachelet prometió a las y los chilenos en su programa. Con esta reforma ganamos todos, pero principalmente gana la gente que más lo necesita”, sostuvo la legisladora oficialista.

La segunda autoridad del país declaró que con esta legislación comienza una nueva etapa en el país. “Creo que los chilenos han entendido que, con la gradual entrada en vigencia de esta reforma, tendremos los recursos necesarios que nos permitan realizar grandes transformaciones sociales. Pero por sobre todo, que podremos entregar la tan anhelada educación pública, gratuita y de calidad, para todas y todos nuestros jóvenes, sin distinción y con una real integración”, afirmó.

La senadora por Atacama se refirió también a los cuestionamientos que aún subsisten sobre estos cambios tributarios, argumentando que “aquellos que aún insisten en hablar de retroceso o perjuicio, son los mismos que siempre se opondrán a este tipo de cambios”.

Lamentablemente en nuestro país nunca es buen momento para meterse la mano al bolsillo y aportar para el desarrollo de todos. Nunca es tiempo de mejorar la distribución de los recursos, y nunca es tiempo para que quien tiene más, aporte más. Esta reforma es absolutamente necesaria, y no debemos demonizarla, ni responsabilizarla del periodo económico por el que se está pasando en Chile y en el mundo”, indicó.

En ese sentido, la parlamentaria recordó que “en el Senado se introdujeron cerca de 140 modificaciones al proyecto, las que fueron ratificadas por la Cámara de Diputados; desde el Gobierno hubo la suficiente voluntad y entendimiento para comprender que el proyecto original requería algunos cambios -aunque sin modificar el núcleo de la reforma- y primó el dialogo con el Poder Legislativo. Hoy, todas y todos debemos estar satisfechos del aporte que hemos realizado, y así poder contar con recursos permanentes para gastos permanentes en salud, protección y previsión social, pero fundamentalmente en educación”.

Isabel Allende enfatizó sobre este punto que “fueron –también- acogidos planteamientos desde regiones, como los surgidos desde Atacama sobre tributación y beneficios para la pequeña minería, o desde el sector de los productores de pisco; así como otros, tan importantes para dar protección a la clase media, a la hora de adquirir una vivienda. Esta reforma es equilibrada, y consecuente con lo que hoy Chile necesita, y sobre todo, con los cambios que nuestro gobierno está impulsando”.