Pronto nuestro hemisferio recibirá la primavera, que además de días soleados y cálidos, trae consigo las famosas alergias estacionales.

Existen muchas creencias acerca de su origen y tratamiento, las que se esparcen de boca en boca, al igual que el polen con el viento. De ahí entonces la necesidad de aclarar algunos puntos.

El doctor John Costa, director del Hospital Femenino de Brigham y Clínica de Inmunología en Boston (EE.UU.), desmitificó al sitio de ciencia y salud Live Science una serie de creencias populares sobre el tema.

Se trata de 9 mitos que la doctora María Antonieta Guzmán, jefa de Sección Inmunología y Alergias del Hospital Clínico de la Universidad de Chile (HCUCH) ratificó a BioBioChile, y que te contamos a continuación:

Mito 1 – “Todos son alérgicos”: En Estados Unidos, sólo uno de cada cinco personas lo es, mientras que en nuestro país la prevalencia de las enfermedades alérgicas se acercan al 20%, cifra alta pero no exagerada al punto de decir que todos.

Mito 2 – “Si no tuviste alergia cuando niño, no la tendrás cuando adulto”: No es así, ya que nuestro cuerpo está constantemente en contacto con otros elementos, por lo que el cuerpo puede sufrir una reacción en cualquier momento. Si tuviste alergia cuando niño, las puedes desarrollar gradualmente o dejarlas sin más”, comenta el doctor Costa.

Mito 3 – “Si comes miel de la zona, podrás aliviar tu alergia”: Si bien la miel contiene polen, ésta es distinta, ya que el que permanece en el aire es más ligero (y por lo tanto, se esparce más), mientras que el de la miel es más pesado.

Mito 4 – “Se puede predecir una estación cargada de polen”: Para Costa, las predicciones “son poco creíbles” y sólo se podría adelantar cuando hay muchos días secos sin lluvia, ya que el polen puede circular más fácilmente. Pero eso no significa que se puede pronosticar.

Mito 5 – “Cambiarse de zona geográfica ayuda a aliviar la alergia estacional”: Costa comenta que es falso, pues la movilidad y traspaso de polen se realiza en una extensa área, así que no es una buena idea hacer eso. Sin embargo, la doctora Guzmán matiza y recuerda que nuestro país tiene diversos climas.

“En los valles centrales predominan los pólenes como alérgenos respiratorios, en las zonas portuarias y en general zonas de alta humedad, predominan más bien los ácaros del polvo de habitación como el dermatophagoides pteronyssinus, dermatophagoides farinae, y otros”, además de “otros alérgenos de importancia en alergia respiratoria, como epitelios animales y hongos, en las personas alérgicas a éstos”.

Teniendo en consideración ello, “en la práctica es posible que pacientes alérgicos a pólenes mejoren en climas de costa, y que personas alérgicas a ácaros también experimenten un alivio sintomático (que suele no ser total) en el valle central, donde también hay ácaros pero en menor nivel”.

De esta forma, cambiarte de zona tiene una probabilidad de éxito, por no es seguro.

Mito 6 – “El polen de las flores provoca alergia”: Aún cuando es cierto, es poco habitual que sean específicamente éste, puesto que el polen que expelen las flores es demasiado pesado y cae en zonas cercanas, no quedándose en el aire.

El que sí genera mayor problema es el polen de los árboles (abedul, roble, olmo, arce y álamo) y del pasto, que es más ligero y se mantiene mayor tiempo suspendido.

Mito 7 – “Todos los aerosoles nasales son malos”: Las personas deben usar el medicamento de manera juiciosa y selectiva, afirma Costa, quien recomienda Esteroides Nasales para precisamente tratar a personas afectadas por alergias estacionales, sin embargo, advirtió que su abuso puede ser perjudicial y adictivo.

Sobre este punto, la doctora e inmunóloga del HCUCH agrega que la terapia con corticoides intranasales son una gran herramienta que alivia los síntomas de la rinitis, en especial la congestión nasal, que es lo que más afecta. “Son seguros, en especial los más nuevos que tienen un mínimo paso a sangre, y debe chequearse su modo de aplicación. Los antihistamínicos y otros medicamentos también son útiles”, afirma.

Mito 8 – “No tomar medicamentos hasta sentirse muy mal”: Al ser la alergia una respuesta inflamatoria a elementos extraños, no se debe esperar que nuestro cuerpo haga todo el trabajo, ya que la molestia puede perdurar por semanas.

En este caso se recomienda acudir a un especialista para identificar qué alergia es la que nos afecta, para prepararnos.

Mito 9 – “Las vacunas contra la alergia no valen la pena”: Con respecto a las vacunas (inmunoterapia), la inmunóloga explica que ante los pólenes y ácaros, son una herramienta importante para “desensibilizar al paciente”.

Cabe destacar que son más costosas que las pastillas y antinasales, pero también efectivas. Asimismo, es un tratamiento específico, por lo que siempre debe haber una evaluación previa por parte de expertos alergólogos en una unidad especializada.

Habiendo clarificado lo anterior, te dejamos 10 consejos para evitar las molestias de las alergias, entregadas por la inmunóloga del Hospital Clínico de la Universidad de Chile, doctora Carmen Navarrete.

- Evitar las alfombras y peluches.
- Evitar contaminación por tabaco.
- Si es portador de una rinitis todo el año mantener el tratamiento los 12 meses, si es sólo en la primavera empezar desde agosto hasta que se acabe la temporada polínica.
- El uso de mascarilla no evita el contacto con los pólenes.
- Los humidificadores pueden ser perjudiciales por la presencia de ácaros u hongos.
- El test cutáneo (prick) se puede hacer en niños pequeños.
- Los síntomas alérgicos aparecen después de un segundo contacto con el alérgeno, nunca al primer contacto.
- El uso de piercing ha aumentado la aparición de alergia al níkel especialmente entre los hombres
- Un buen manejo de la rinitis alérgica evita crisis asmáticas.
- El pasto Dichondra no provoca alergia dado que no poliniza