El comediante, director y productor estadounidense Mel Brooks, conocido por “Los Productores” (1967) y “El joven Frankenstein”, dejó ante el Teatro Chino de Hollywood las huellas de sus pies y sus manos, una de ellas con un dedo de más para la ocasión.

“Gracias a todos por venir y ser parte de esta maravillosa farsa, que realmente me encanta”, dijo el actor, de 88 años, sin poder esconder su satisfacción.

“Me siento casi honrado” por participar en esta broma, agregó Brooks, quien ha dirigido películas tan populares como “Drácula: muerto pero feliz” (también conocida como “Drácula: un muerto muy contento y feliz”, 1995) o “Las locas, locas aventuras de Robin Hood” (1993).

Tras hundir sus manos en el cemento, el humorista mostró al público que para tan señalado acto le había crecido un dedo de más en la mano izquierda, lo que arrancó las risas de los asistentes.

Con este divertido detalle, Brooks espera captar la atención de los más de cinco millones de personas que cada año visitan la explanada del Teatro Chino para ver las huellas de personalidades como Robin Williams, Jennifer Aniston, Clark Gable y John Wayne.

“Ya era hora, ¿no?”, dijo Max Brooks al presentar a su padre, nacido en 1926 como Melvin Kaminsky en el barrio judío Williamsburg de Nueva York.

“Los actores de comedia nunca acaban de recibir el reconocimiento justo de Hollywood. ¿Cada cuánto una comedia gana el Óscar a Mejor película?”, preguntó.

Brooks celebra estos días el 40 aniversario de su parodia de terror “El joven Frankenstein”, que el martes será homenajeada con un acto organizado por la Academia del Cine estadounidense en Beverly Hills.

Mark RALSTON | AFP

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