Kiev y los rebeldes prorrusos respetaban aparentemente este sábado el alto el fuego vigente desde el viernes en un conflicto de cinco meses en el este de Ucrania que deja cerca de 2.600 muertos y medio millón de desplazados desde abril.

Pese al anuncio de este acuerdo, los 28 países miembros de la Unión Europea aprobaron la noche del viernes en Bruselas nuevas sanciones económicas a Rusia por considerar que atenta contra la soberanía de Ucrania.

“El alto el fuego se basa en un acuerdo logrado durante mi conversación telefónica con el presidente ruso Putin”, declaró el viernes el jefe del Estado ucraniano, Petro Poroshenko, al margen de la cumbre de la OTAN en Newport (Gales).

“Por esta razón, pienso que (…) es responsabilidad común nuestra el hacer que este alto el fuego dure mucho”, subrayó.

Ninguna precisión trascendió sobre la duración del alto el fuego, un éxito para los insurgentes y Rusia ya que puede rubricar la pérdida para Kiev de varias ciudades del este tras la ofensiva victoriosa de los rebeldes las últimas semanas, con ayuda de militares rusos según los occidentales.

La reunión del “grupo de contacto” en la capital bielorrusa, que congregó a representantes de Ucrania, Rusia, separatistas prorrusos y Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), llegó a un acuerdo sobre “la retirada de tropas, el acceso de convoyes humanitarios y un intercambio de prisioneros sobre el principio de ‘todos por todos’”, explicó la representante de la OSCE, Heidi Tagliavini, que no precisó las modalidades de la retirada de los combatientes.

El Kremlin expresó su deseo de que el alto el fuego acordado en Minsk entre Ucrania y los insurgentes separatistas apoyados por Rusia sea “respetado punto por punto”.

El presidente estadounidense, Barack Obama, dijo que es escéptico sobre el alto el fuego pactado entre Rusia y Ucrania y que hay que esperar.

“Obviamente, tenemos esperanzas, pero basándonos en experiencias pasadas, también somos escépticos (…), tiene que ser puesto a prueba”, dijo al término de la cumbre de la OTAN en Newport, en el Reino Unido (suroeste).

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instó a “todos los que participan en el acuerdo a mostrar buena voluntad y adoptar medidas concretas para ponerlo en práctica en su totalidad y de manera urgente y eficaz”.

El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, que declaró su escepticismo frente al plan de paz ruso para Ucrania, indicó este viernes que espera que el anuncio de alto el fuego entre el gobierno ucraniano y los separatistas sea el primer paso hacia un proceso político.

La portavoz de Catherine Ashton, la titular de la diplomacia comunitaria, expresó su esperanza de que se trate de una “primera etapa hacia una solución política duradera, basada en el respeto de la soberanía e integridad territorial de Ucrania”.

Pese al acuerdo de alto el fuego, los embajadores de los 28 países miembros de la Unión Europea aprobaron la noche del viernes en Bruselas nuevas sanciones económicas a Rusia por atentar contra la soberanía de Ucrania, anunciaron los dirigentes de la UE.

“Este nuevo paquete de medidas restrictivas está ahora aprobado” a nivel del Comité de representantes permanentes de los Estados miembros de la UE, indicaron los presidentes de la Comisión Europea y de la UE, José Manuel Barroso y Herman Van Rompuy, en una carta a los jefes de Estado y Gobierno.

El alto el fuego obtenido en Minsk dista mucho del plan de paz deseado por el primer ministro ucraniano, Arseni Yatsenouk, que debía incluir “la retirada de las tropas rusas, bandidos y terroristas (los separatistas – ndlr) y el restablecimiento de la frontera”.

Pero el margen de maniobra parece muy justo para Kiev, cuyas fuerzas armadas pierden terreno día tras día.

La OTAN decidió el viernes la creación de una fuerza militar de despliegue rápido, ante la preocupación de los aliados del este de Europa por la crisis en Ucrania.

La creación de la nueva fuerza de la OTAN fue criticada de inmediato por Moscú: “Es una modificación significativa de la situación militar en la región”, declaró el representante de Rusia en la OTAN, Alexandre Grushko.

El acuerdo de Minsk se produce después de que Putin presentara el miércoles un plan de solución de la crisis en siete puntos que prevé sobre todo la retirada de las tropas gubernamentales de las regiones industriales de Donetsk y Lugansk.

Los occidentales sospechan que el presidente ruso, furioso por el acuerdo de asociación económica entre Ucrania y la Unión Europea en junio, hace todo lo posible para que esas regiones sigan dependiendo de Rusia en sus intercambios comerciales.