Irak calificó este sábado de “fuerte mensaje de apoyo” los planes del presidente estadounidense Barack Obama de crear una coalición internacional contra los insurgentes yihadistas del Estado Islámico (EI).

“Acogemos favorablemente” este proyecto, dijo el ministro de Relaciones Exteriores iraquí, Hoshyar Zebari, quien recordó que su país “pidió en varias ocasiones a sus aliados internacionales que le ayudaran a hacer frente a esta amenaza peligrosa, no sólo para los pueblos de Irak y de la región, sino también para Europa, Estados Unidos y los países de la OTAN”.

“Es nuestro combate, pero necesitamos apoyo porque nuestra capacidad (para hacer frente a los yihadistas) es limitada”, añadió Zebari.

Obama expuso su plan en una cumbre de la OTAN que terminó el viernes en Newport (Reino Unido). Nueve países se unieron a su idea de bombardear las zonas donde gobierna el EI, pero sin mandar tropas terrestres.

Esos países son Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia, Dinamarca, Australia, Turquía, Canadá y Polonia.

El EI ha protagonizado ejecuciones y ataques de una gran crueldad a medida que ampliaba su zona de influencia en Irak y Siria, que le llevó incluso a anunciar un califato a caballo entre ambos países.

El decapitamiento de los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff precipitó la movilización occidental.

El EI ejecutó brutalmente a esos dos reporteros en represalia por la creciente intervención de Estados Unidos, que cuenta con consejeros militares en Irak y ya está llevando a cabo bombardeos de apoyo.

Pero Obama advirtió que en esta nueva etapa de confrontación directa con el EI la participación regional es “absolutamente indispensable”, aunque el Departamento de Estado añadió que “no hay planes” para una coordinación militar con Irán.

“Vamos a golpear y derrotar (al EI)” aseguró Obama.

El presidente estadounidense explicó que hay “unanimidad” entre los miembros de la OTAN sobre el “significativo peligro” que supone el EI, pero observadores advierten que cualquier acción pasa por la implementación de un nuevo gobierno iraquí.

“En esta fase nadie piensa en una operación terrestre. Ellos (los países que se declaran dispuestos a participar en la coalición) hablan de un apoyo aéreo, de una ayuda táctica, de armar a las fuerzas en el terreno como los peshmergas (combatientes) kurdos, las fuerzas de seguridad iraquíes y también de aportar ayuda en labores de inteligencia”, dijo el ministro iraquí.

“Tiempo, paciencia y determinación”

Los aliados europeos se muestran cautos.

Gran Bretaña está dispuesta a colaborar con los ataques aéreos pero el primer ministro David Cameron advirtió que “tomará tiempo, paciencia y determinación”.

El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, corroboró esa idea.

“Estamos en los inicios de una lucha contra un grupo contra el cual nadie tiene una estrategia a largo plazo” indicó.

El presidente francés François Hollande confirmó su apoyo, pero advirtió que no iba a intervenir en Siria para no favorecer al presidente Bashar al Assad, que también está enfrascado en una lucha sin piedad contra el EI, pero también contra la oposición no extremista.

En todo caso, “cuando hablamos de lo que hacemos hoy, no queremos de ninguna manera que esto recuerde a lo que se hizo en 2003, cuando la invasión de Irak”, precisó una portavoz del Departamento de Estado, Marie Harf.

“Que esto quede claro. No quiero en absoluto que haya comparaciones”, recalcó la funcionaria.