Cuba y Estados Unidos, sin relaciones diplomáticas desde 1961, mantuvieron contactos permanentes y tomaron acciones conjuntas en el caso del pequeño avión estadounidense que se estrelló el viernes frente a las costas de Jamaica, con un saldo de al menos dos muertos, informó La Habana en un comunicado oficial.

“Durante todo el tiempo (que estuvo volando la avioneta sin responder llamados) se mantuvo comunicación con las autoridades norteamericanas, que fueron informadas de cada una de las medidas tomadas en relación con este suceso”, señaló el comunicado, leído en la televisión local.

El texto destacó que el gobierno de Cuba autorizó el sobrevuelo de su espacio aéreo del avión C-130 del Servicio de Guardacostas de Estados Unidos y de dos F-15 de su fuerza aérea, que fueron despachados a investigar lo ocurrido.

“Solicitaron autorización de las autoridades cubanas para volar en nuestro espacio aéreo, de acuerdo con la trayectoria del vuelo, la cual fue concedida, incluyendo para las aeronaves militares si fuera necesario”, y “tanto la aeronave siniestrada, como el C-130 (…) atravesaron el territorio nacional”, añadió el comunicado.

Subrayó que inmediatamente que el avión fue detectado por los radares cubanos, “se incrementaron todas las medidas de control de nuestro sistema de vigilancia (…) incluyendo las relacionadas con el sistema de búsqueda y salvamento aeronáutico y marítimo”.

“Al departamento de Estado se le informó que había medios de búsqueda y salvamento listos para prestar el auxilio que correspondiese”, apuntó.

El accidente dejó por lo menos dos víctimas, pues el empresario del sector inmobiliario, Larry Glazer, y su esposa se encontraban a bordo de la avioneta, según informó el vocero del legislador de Nueva York Joseph Morelle, citando a miembros de la familia.