Decenas de mujeres yazidíes capturadas en Irak por los yihadistas del Estado Islámico (EI) han sido obligadas a convertirse al islam y han sido “vendidas” como esposas en Siria, informó una ONG.

El EI, que siembra el terror en los territorios que controla en Irak y en Siria, “repartió entre sus combatientes a 300 niñas y mujeres de la comunidad yazidí que habían sido secuestradas en Irak durante las últimas semanas”, informó el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).

“Entre estas 300 mujeres, al menos 27 fueron “vendidas y casadas” con miembros del EI en las provincias septentrionales de Alepo y de Raqa y en la de Hasaka (nordeste)”, informa la ONG, que cuenta con una red de fuentes civiles, militares y médicas en Siria.

Las mujeres pertenecientes a esta comunidad kurdófona no musulmana, fueron capturadas, convertidas al islam y luego vendidas por 1.000 dólares cada una, preciso la ONG, que desconoce el destino de las otras mujeres, pero asegura que son consideradas “prisioneras de guerra”.

La institución precisó que hace tres semanas, dignatarios árabes y kurdos de la provincia de Hasaka intentaron liberar a estas mujeres ofreciendo dinero a los yihadistas con la excusa de que querían casarse con ellas, pero el grupo extremista lo rechazó.

El 12 de agosto, el relator especial de la ONU sobre la libertad de religión y de creencias Heiner Beilefeldt dijo que se tenía noticia de ejecuciones y secuestros de cientos de mujeres y de niños por parte del EI, y de casos de mujeres vendidas a combatientes de este grupo ultrarradical.

Mientras tanto el EI sigue una versión del islam denunciada por la mayoría de las corrientes islamistas. Tanto en Siria como en Irak multiplica las decapitaciones, las lapidaciones e incluso las crucifixiones contra los que considera sus enemigos.