Su derecho a guardar silencio, invocaron los socios fundadores del grupo Penta, Alberto Délano y Carlos Eugenio Lavín, y sus respectivas esposas, al momento de concurrir a declarar ante la fiscalía.

Los cuatro requeridos, a quienes se les investiga por delito tributario, llegaron antes de las 9 de esta mañana hasta la fiscalía local de Ñuñoa, donde los esperaba el fiscal de la Unidad de Delitos de Alta Complejidad, Pablo Norambuena.

Este último, junto al jefe de la unidad, Carlos Gajardo, indagan boletas de honorarios falsas para disminuir la base imponible del Impuesto a la Renta de la Sociedad Inversiones Penta III Limitada, de la que Délano y Lavín son sus representantes.

La diligencia se extendió sólo por una hora, ya que según las fuentes consultadas, todos se acogieron a su derecho a guardar silencio.

La citación se produce luego de la denuncia formal del Servicio de Impuestos Internos (SII) por delito tributario, que incluye a las cónyuges de Délano y Lavín, que habrían facilitado el ilícito a través de la entrega de sus boletas de honorarios, que fueron ingresadas a la contabilidad de las empresas Penta III y Los Estancieros, por trabajos que nunca realizaron.

Al menos así lo describió el fiscal Guajardo cuando detalló la denuncia del SII.

Pero el trabajo que iniciaron los fiscales Gajardo y Norambuena es complicado según los expertos. Juan Apablaza, presidente nacional de la Asociación de Fiscalizadores del Servicio Impuestos Internos, explicó que la legislación no acompaña este tipo de indagatoria.

Similar opinión manifestó Gonzalo Polanco, ‎Director Centro de Estudios Tributarios en Facultad de Economía y Negocios de Universidad de Chile, quien expone que la materialidad del trabajo prestado es lo complicado de acreditar.

Esta arista del denominado caso de “Fraude al FUT” comenzó el 29 de julio pasado, cuando el SII denunció al ex director del Banco Penta, Hugo Bravo López, por la obtención irregular de devoluciones de impuestos a través de dos sociedades de su propiedad.

La semana pasada, este ex ejecutivo devolvió al Fisco un total de $1.098.626.952 para restituir los dineros obtenidos de forma fraudulenta.