El gobierno británico elevó de “sustancial” a “severo” el grado de amenaza a la seguridad, lo que significa que es “altamente probable” que haya atentados, anunció el viernes la ministra de Interior, Theresa May.

May dijo que no tiene información sobre algún atentado inminente pero justificó la decisión “por los acontecimientos en Siria e Irak, donde grupos terroristas están planeando atentados en Occidente”.

La escala de amenaza de atentados tiene cinco grados y el de “severo” es el segundo más alto.

La amenaza de atentados no era tan alta desde julio de 2011.

El primer ministro David Cameron tenía previsto ofrecer esta tarde una conferencia de prensa en la que se espera que dé más detalles de esta decisión.

La decapitación del periodista estadounidense Jim Foley por un miembro con acento británico de la organización Estado Islámico la semana pasada hizo saltar todas las alarmas en Londres.

“Esto es un veneno, un cáncer, lo que ocurre en Irak y Siria, y existe el riesgo de que se extienda a otras partes de la comunidad internacional y que nos afecte a todos directamente”, dijo entonces el ministro de Relaciones Exteriores británico, Philip Hammond.

Cameron ha expresado en muchas ocasiones su inquietud por la participación de británicos en las guerras de Siria e Irak -se cree que hay unos 500- y por su posible regreso con la intención de seguir con su combate en casa.