Tras un allanamiento de rutina en la cárcel de Quillota, Gendarmería decomisó más de 60 estoques, teléfonos celulares, cargadores, un bidón de chicha artesanal, entre otros elementos prohibidos al interior del penal.

En la diligencia participaron mas de 50 funcionarios convocados desde distintos penales de la región, quienes revisaron cuatro pabellones donde se concentra una población penal de 534 internos, focalizándose en el sector de imputados y condenados de mayor peligrosidad.

La seremi de Justicia, Paz Anastasiadis, dijo que estos operativos se desarrollan precisamente para evitar que los mismos internos se agredan con estas armas artesanales.

La autoridad explicó que estas medidas forman parte de las políticas nacionales de Gendarmería, para mejorar las condiciones de seguridad al interior de las cárceles, evitando que la población penal tenga problemas y también mejorar así la seguridad de los funcionarios que trabajan en estos recintos.

Gendarmería

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