Los habitantes de la zona norte del país aún viven las consecuencias del terremoto que los azotó en abril de este año, sobre todo en lo que respecta a conectividad. Congestión vehicular, aumentos en los tiempos de traslado, impacto en la actividad comercial y turística son sólo algunos de los aspectos que afectan la calidad de vida de los norteños.

Si bien se están realizando trabajos de reposición de la Ruta 16, que une Iquique y Alto Hospicio, las autoridades y la población señalan que no es suficiente. El MOP y el Ministerio de Transportes implementaron una medida paliativa, sin embargo los residentes de las comunas no están conformes.

Eso es lo que expresó el alcalde de Alto Hospicio Ramón Galleguillos, quien declaró que están en las mismas condiciones que en el comienzo tras el terremoto.

El problema lo desatan mayormente los camiones que congestionan la ruta, principalmente paraguayos y bolivianos. “La gente está estresada, está molesta, hay todo un problema y vemos con mucha lentitud que se está reparando la ruta”, señaló, asegurando que sólo se ha visto un desvío como solución paliativa.

“Por un acuerdo internacional los camiones no pueden ocupar la Ruta de la Sal, ese chiste es de mal gusto”, indicó, afirmando que la autoridad no está “metida en el tema”, y que parece que al Gobierno le gusta la reacción.

Finalmente, explicó que Iquique está “metido en un hoyo”, y en caso de que suceda el gran terremoto que se espera para esa zona, la gente no va a tener hacia dónde arrancar del tsunami que le proseguirá, ya que la única ruta hacia Alto Hospicio -que es una ciudad ubicada a 700 metros de altura-, está siendo reparada.

Escucha a continuación la entrevista completa, realizada por Scarleth Cárdenas y Patricio Cuevas, en Expreso Bío Bío: