Leonardo DiCaprio le dio al balde de agua helada un vuelco inusual: se lo vertió en compañía de nativos afectados por la extracción petrolera en Canadá y nominó al primer ministro de ese país.

La estrella hollywoodense actualmente trabaja en la provincia de Alberta (oeste) en un documental sobre la extracción de arenas bituminosas, una actividad criticada por su impacto al medio ambiente.

En un video en línea en su cuenta de Facebook, DiCaprio aparece rodeado por dos jefes de comunidades autóctonas que viven cerca de las zonas de extracción, donde se han registrado casos poco habituales de cáncer y en los últimos años han aparecido peces mutantes.

“Estoy en Alberta para informarme sobre las arenas bituminosas canadienses y su impacto en el clima, la tierra, el agua y la salud de las comunidades autóctonas que viven aquí”, dijo el actor, antes de practicar el rito popularizado por la Asociación ALS, que lucha contra la esclerosis lateral amiotrófica.

El juego, repetido por miles de personas en todo el mundo, consiste en volcarse encima un balde de agua helada o hacer una donación a esta organización. Fue ideado para recaudar fondos y crear conciencia sobre la gravedad de este mal.

Pero antes de que DiCaprio se vertiera el agua para cumplir el llamado “#IceBucketChallenge”, ambos jefes amerindios desafiaron al presidente de la asociación petrolera canadiense y el presidente del grupo canadiense Suncor a hacer lo propio.

De su lado, DiCaprio invitó a mojarse al primer ministro canadiense, Stephen Harper, un gran artífice en el desarrollo de la industria petrolera de su país.

Los ecologistas denuncian continuamente las consecuencias en el medio ambiente de las arenas bituminosas, porque para extraerla es necesario destruir hectáreas de bosques y excavar enormes estanques para la sedimentación de agua sucia.