Un grupo de parejas infértiles pertenecientes a la Corporación “Queremos Ser Padres” realizó una llamativa “Marcha de Coches Vacíos” con globos negros, en protesta por la falta de financiamiento para los tratamientos de fertilidad. La marcha fue encabezada por Patricia Ramírez, presidenta de la corporación y las diputadas Claudia Nogueira y Karla Rubilar.

El recorrido se efectuó al ritmo de una batucada y con coches vacíos, globos negros y pancartas. El punto de reunión fue a las afueras del Ministerio de Salud, lugar donde entregaron una carta a la Ministra Helia Molina, la que fue recibida por el Jefe de la División de Control y enfermedades, Fernando Muñoz.

Luego, se dirigieron a Fonasa, donde fueron recibidos por la jefa del Departamento de Comercialización de Fonasa, Cecilia Morales, quien dijo “evaluarían el tema, como lo han hecho hasta ahora”. Finalmente la marcha concluyó en La Moneda, donde Patricia Ramírez en conjunto con la diputada Claudia Nogueira, se refirieron a la precaria situación en que se encuentran hoy las más de 350 mil parejas que sufren de infertilidad y no están recibiendo ningún tipo de tratamiento.

“Los cupos para tratamientos de fertilización asistida quedaron en casi nada y creemos que esto es injusto. No tenemos porqué estar sometidos al capricho de un gobierno o de otro, nosotros somos parejas enfermas que necesitamos un apoyo y pedimos se nos respeten nuestros derechos. Los recursos debieran ser destinados de manera equitativa entre aquellas parejas que no desean tener hijos y nosotros que los anhelamos” aseguró Patricia Ramírez.

En tanto, la diputada Claudia Nogueira, aseguró que “hoy en Chile se destinan 10 mil millones de pesos en condones pastillas y métodos anticonceptivos y para las familias que quieren tener hijos, hay prácticamente cero presupuesto. Es muy poco equitativo y no puede ser posible. Todos deben tener los mismos derechos, tanto los que quieren niños como los que no desean tenerlos”.

Actualmente y por cifras derivadas del Ministerio de Salud, se calcula que en Chile existen alrededor de 350 mil parejas que no pueden concebir hijos de manera natural. El costo de los tratamientos de fertilización asistida fluctúa entre $350 mil y $3 millones 500 mil por intento de embarazo, lo que es imposible de costear para muchas parejas chilenas.

Al finalizar el Gobierno del entonces presidente Sebastián Piñera, los cupos para baja complejidad (inseminaciones intrauterinas) alcanzaron los 3.000 ciclos y hoy se redujeron a 430 tratamientos. En alta complejidad (In Vitro) los cupos alcanzaron los 600 y hoy sólo hay 282 reconocidos por Fonasa.

En tanto, el Pago Asociado a Diagnóstico de fertilidad conocido como PAD no está funcionado como debería y las Isapres aún no reconocen la cobertura mínima entregada como piso por el Fondo Nacional de Salud.