Lewis Hamilton está confiado. El piloto británico se mostró seguro de ganar el GP de Bélgica y recalcó el hecho de disputar el gran premio junto a su compañero de escudería Nico Rosberg.

“Sé que tengo a Nico a tiro, pese a que he tenido problemas, estoy muy contento por ello. Él ha tenido una primera mitad más suave, yo he tenido más problemas”, señaló.

Y Hamilton tiene razón, ya que se encuentra muy cerca de sobrepasar a su compañero de equipo en la tabla de puntaje.

En cuanto a la carrera, se ha creado una gran expectativa en el público por ver en Spa-Francorchamps a uno de los dos competidores de Mercedes acercarse más a la lucha por ser campeón.

“Entiendo que a los aficionados les guste, es un escenario interesante ver a dos compañeros luchando tan cerca el uno del otro en las carreras”, comentó Lewis, quien catalogó la competición como un evento “estrictamente deportivo” más allá de una posible rivalidad por el título.

“Antes, salía del coche y encendían un cigarrillo. Podías llamar a alguien idiota y no tenías que volver a pedirle perdón. Era más relajado. Ahora es más estricto, tienes que ser más correcto. Y es algo bastante difícil, porque hay una línea muy fina entre lo bueno y lo malo”, sentenció.

Y según consignó Marca, Hamilton dio por superado el desastroso arranque en Hungría, donde sufrió una falla en el motor de su bólido que lo llevó a llegar en 3 lugar, y olvidó el percance que tuvo con su equipo, al desobedecer una orden en la cual debía dejar pasar a Nico Rosberg.

“Hungría fue un infierno de carrera. Cuando analizamos el motor, vimos que tuve una pérdida de potencia, sin ese problema podría haber ganado. Iba rápido, podría haber pasado a Fernando Alonso…Lo que está hecho, hecho está, y cómo lo superas influye en cómo sigues adelante. Seguir adelante es lo que realmente cuenta”, finalizó.