Miles de miembros de la rebelión chiita armada en Yemen reforzaban posiciones este miércoles en torno a Saná, donde movilizaron a sus partidarios para exigir la dimisión del gobierno, informaron corresponsales de la agencia AFP.

Para prevenir una escalada, el presidente Abd Rabo Mansur Hadi, pidió un diálogo con la rebelión de Ansarulá, a la que invitó a ingresar en el gobierno al término de una reunión política celebrada el miércoles por la mañana en Saná, indicó su consejero Fars al Saqaf.

En las entradas norte, sur y oeste de la capital, los rebeldes construían fortificaciones de tierra en torno a sus campamentos, formados por decenas de tiendas de campaña.

El jefe rebelde Abdel Malek al Huthi, había ordenado el domingo a sus partidarios que marcharan hacia Saná para manifestarse y conseguir la “caída del gobierno que ha fracasado”. Además, para exigir la anulación de un reciente aumento de los precios del carburante.

Los rebeldes de Ansarulá, que controla la provincia de Sada, están acusados de querer ampliar su zona de influencia en el futuro Estado federal de Yemen, que contará con seis provincias.

Estos combatientes tomaron a principios de julio la ciudad de Amran, a las puertas de Saná, de donde se retiraron posteriormente.