La madrugada del domingo falleció en su domicilio de Las Condes el retirado general de Ejército, Ricardo Izurieta, quien fuera el primer Comandante en Jefe de la rama castrense en asumir luego de la dictadura. En su labor debió enfrentar la detención de su antecesor, el dictador Augusto Pinochet, además de iniciar una mesa de diálogo para esclarecer los crímenes de lesa humanidad cometidos por militares.

Una leucemia habría acabado con la vida del ex Comandante en Jefe del Ejército Ricardo Izurieta Caffarena, quien falleció el domingo a los 71 años.

Nacido el 11 de junio de 1943, Izurieta ingresó a la Escuela Militar en 1958, donde al igual que en la Academia de Guerra del Ejército, egresó como el mejor de su generación.

Carrera militar que llegó a su punto más alto en 1998, cuando el presidente Eduardo Frei Ruiz-Tagle lo nombró Comandante en Jefe del Ejército, sucediendo en el cargo al dictador Augusto Pinochet hasta el 2002.

A juicio del actual Comandante en Jefe, Humberto Oviedo, esta transición hizo particularmente dura la tarea de Izurieta.

El ministro de Defensa, Jorge Burgos, valoró el espíritu democrático con que el fallecido general comandó la rama castrense.

A poco de asumir su cargo, Izurieta debió enfrentar la detención de Pinochet en Londres. Su actitud fue de cercanía, incluso lo visitó en The London Clinic, y personalmente lo recibió a su regreso a Chile.

El general en retiro y ex presidente de la fundación Augusto Pinochet, Luis Cortés Villa, recordó esta situación como una muestra de la autonomía del Ejército.

Otro de los hitos de su gestión fue convocar a mesas de diálogo para tratar esclarecer los crímenes de lesa humanidad en dictadura. Dicho proceso fue cuestionado por la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro.

Los restos de Izurieta serán sepultados el martes en el Cementerio General, hasta entonces será velado en la Escuela Militar.