El abogado y activista pro derechos humanos chino Gao Zhisheng padeció desnutrición y abusos psicológicos en la cárcel, dijo este miércoles su esposa, quien pidió al gobierno que le permita recibir tratamiento en Estados Unidos.

Gao, quien defendió a personas vulnerables como cristianos, mineros y miembros del ilegalizado movimiento espiritual Falungong, fue liberado la semana pasada tras cumplir una sentencia de tres años de cárcel.

Su esposa, quien huyó con sus dos hijos a Estados Unidos en 2009, dijo que supo que Gao perdió 22,5 kilos tras recibir apenas una rodaja diaria de pan y coles.

Gao ya no puede hablar de manera comprensible después de haber sido privado de cualquier vínculo con otras personas y mantenido en una pequeña celda con poca luz y sin material de lectura o televisión, dijo la esposa, Geng He.

“Estoy totalmente devastada por lo que el gobierno chino le ha hecho a mi esposo. Más aun que su muerte temí que fuera sometido a horrosas e interminables torturas”, dijo Geng en un comunicado.

Gao se mantiene las 24 horas del día vigilado por las autoridades chinas en la casa de su cuñada, en la región occidental de Xinjiang, donde estuvo preso, según Freedom Now, un grupo de defensa de los derechos humanos que le ofreció representarlo legalmente.

Alegando que Gao no fue recibió atención médica tras su liberación, Geng solicitó al gobierno estadounidense que presione a Pekín para que le permita viajar.