Con una inversión estimada en 380 millones de dólares, y la producción de 950 MW, aproximadamente un 20% de lo que hoy entrega el SING, Sistema Interconectado del Norte Grande, ingresó ayer al Servicio de Evaluación Ambiental de la región, el proyecto Espejo de Taparacá, una Central Hidráulica de Bombeo que utilizaría agua de mar y la energía solar para la producción de energía eléctrica, ubicándose en el borde del farellón del litoral costero al sur de Iquique.

El sistema es innovador en el mundo y entregaría energía limpia con continuidad, concentrando agua de mar en la altura del farellón costero, utilizando la costra de antiguos salares ubicados en el desierto, devolviendo el agua al mar y convirtiéndola en energía, con un menor impacto en el medioambiente, según comentó a La Radio Juan Andrés Camus, uno de los Fundadores del Proyecto Energético.

De acuerdo al trabajo con la comunidad de Caleta San Marcos, donde se instalaría la construcción de la Central Hidráulica, la empresa está trabajando desde hace dos años con los vecinos incorporándolos, y enseñando en cada detalle el proyecto.

Una vez que el proyecto se encuentre aprobado por la autoridad ambiental y cuente con los permisos necesarios, se estima un plazo de 3 años y medio para su construcción, por lo que el proyecto podría entrar en operación durante diciembre del 2018. Se estima que trabajarían entre 500 y 700 personas en su puesta en marcha, mientras que unos 30 operarios serían la planta estable, una vez en funcionamiento.

Espejo de Tarapacá es un proyecto de Valhalla Energía, una empresa chilena, con aporte de unos 25 inversionistas nacionales que confían en esta apuesta.

Espejo de Tarapacá

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