Afeitarse, ese ritual propio de los hombres, también requiere de ciertos cuidados que de seguirlos, nos ayudarán a conseguir el resultado deseado.

Ya sea con rasuradoras o navajas, este proceso debe hacerse con atención, cosa de evitar las molestas irritaciones que afectan a la piel.

Antes de saber qué pasos realizar, un dato importante es saber qué tipo de herramienta utilizar, y para ello la revista masculina Men’s Health explica que todo depende de la piel que tengamos:

Piel normal: Puedes utilizar sin problema las máquinas que proporcionan una afeitada más a ras, ya que la piel lo permite.

Piel sensible y con tendencia a irritaciones: Se recomienda usar rasuradoras eléctricas que sirvan bajo la ducha, ya que “la piel está más preparada, con el poro más abierto, y el gel facilitará el deslizamiento minimizando la irritación”.

Con acné y vello que se encarna: Evita las rasuradoras, pues es fácil que lastimes algún granito y te provoques una infección. Aquí es recomendable usar máquinas que funcionen tanto en seco como con espumas o geles, cosa de evitar heridas e irritaciones.

Teniendo en cuenta lo anterior, podemos seguir con estos seis pasos que entregan aseguran una afeitada perfecta.

1 – Afeitarse durante o después de la ducha: Ello permite que nuestros poros estén abiertos y que el bello esté más blando para un afeitado más al ras y con menor daño a la piel.

2 – Masaje circular: Teniendo la piel en las condiciones antes descritas, es necesario usar el gel o espuma, la que debemos esparcir de manera circular para generar la penetración en el vello.

3 – Usar brocha: La aplicación del gel o espuma se aconseja hacerlo con una brocha, ya que la mano no retiene el agua y el jabón.

4 – Arriba hacia abajo y viceversa: Ya con el producto en la cara, nos afeitamos de arriba hacia abajo, y viceversa, manteniendo la piel tensa con la mano desocupada. Las zonas como el bigote y barbilla, se recomiendan como inicio, ya que requieren más trabajo.

5 – Refrescar la cara con agua: Concluido el trabajo, aplicamos agua fría para cerrar los poros, evitar el ingreso de impurezas y limpiarnos de los restos de espuma. El uso de un bálsamo o un ‘after shave’ también se aconseja, aunque sin alcohol, para evitar irritaciones mayores.

6 – Limpia tu máquina: Rociarla con agua y sacudirla unos instantes basta para limpiar tu rasuradora. Jamás usar una toalla o un paño, ya que éstas le quitan el filo necesario para una afeitada.

Tomando en cuenta estos simples consejos, notarás que tu afeitada logrará mejores resultados y una piel digna de ser admirada.