Un cese al fuego para dar ayuda humanitaria a las poblaciones víctimas de combates en el este de Ucrania “es no solo posible sino indispensable”, afirmó el domingo el ministro ruso de Relaciones exteriores Serguei Lavrov.

“Consideramos que este asunto es urgente, que no permite tardanza”, añadió Lavrov ante los periodistas en Sotchi, y agregó que el asunto es seguido personalmente por el presidente ruso Vladimir Putin.

Rusia asegura que no quiere actuar de manera unilateral, mientras Estados Unidos, Gran Bretaña y Alemania advirtieron a Rusia sobre cualquier tentación de intervención militar en Ucrania bajo pretexto de misión humanitaria.

“Estamos poniéndonos de acuerdo con la parte ucraniana, con el Comité internacional de la Cruz Roja y con las organizaciones humanitarias de las Naciones Unidas en torno a la necesidad de enviar de urgencia una ayuda humanitaria a las regiones Lugansk y de Donetsk”, declaró Lavrov.

Ambas ciudades son los últimos bastiones de los separatistas ucranianos prorrusos enfrentados a una gran ofensiva ucraniana.

Occidente acusa a Rusia de suministrar armas a los rebeldes, lo que desmiente Moscú.