Un intercambio de insultos y acusaciones entre el oficialismo y la oposición tuvo lugar este sábado en Bolivia, a dos meses de las elecciones generales en las que el presidente Evo Morales se perfila como favorito, según encuestas privadas.

El cruce de declaraciones ocurrió entre el vicepresidente y candidato al mismo cargo, Álvaro García, y la agrupación política opositora Unidad Demócrata, que respalda la postulación del empresario Samuel Doria Medina.

García señaló que el candidato opositor privatizó empresas del Estado cuando fue ministro y que recientemente propuso que las empresas petroleras que operan en el país ganen hasta el 50% de las utilidades, frente al 18% en la actualidad.

Eso tiene un nombre y un apellido: de nombre vende-patria, de apellido vende-patria, de segundo apellido vende-patria“, afirmó García durante un acto público en la ciudad andina de El Alto, vecina de La Paz, que desde 2003 impulsó la nacionalización de los hidrocarburos que se decretó luego en 2006, en el gobierno de Morales.

Aquí hemos nacionalizado y ningún ‘tribilín’ (tonto) puede venir a quitarnos lo que hemos nacionalizado“, señaló en tono enérgico García, quien explicó que se “siente dolido” porque, en su criterio, el opositor pretende desandar la nacionalización de los hidrocarburos.

Doria Medina respondió a las horas: “Nosotros no tenemos el corazón envenenado, no tenemos el corazón lleno de odio, no tenemos nuestra conciencia negra y por lo tanto no vamos a recurrir a insultos“.

A su turno su acompañante para vicepresidente, Ernesto Suárez, atribuyó la reacción de García a que su partido lo hubiera acusado en los últimos días de tener vínculos ilegales con empresas privadas que proveen servicios al Estado.

El incidente se produce a dos meses de las elecciones generales, fijadas para el 12 de octubre, para renovar también el Congreso y para las que fueron llamados a participar más de 5 millones de los 10 millones de bolivianos.

Según varias encuestas, Morales encabeza la preferencia con el 52% de apoyo, 37 puntos más que Doria Medina, que recoge 15%. Otros dos postulantes se llevan el 4%, mientras que el resto está entre indecisos y votos nulos y blancos.