Para la mayoría de los hombres, tener que elegir un perfume es un mero trámite, sin embargo, pocos saben realmente las implicancias de usar uno.

Tener una fragancia influye en una serie de reacciones en el estado de ánimo de las personas que nos rodean, tales como provocar sensualidad, y con ello mejorar o empeorar una cita, o lograr una buena percepción de los demás en el trabajo, aunque si abusas, podrías generar lo contrario.

Para ello entonces se hace necesario manejar algunos consejos que el sitio especializado PerfumesdeHombres entrega, para adquirir y usar uno correctamente:

1. Usar una tarjeta

Pasa que cuando uno prueba un perfume, lo primero que hace es echárselo y con ello “contamina” las fragancias que posteriormente seguiremos probando. Para que esto no ocurra se recomienda usar una tarjeta para probar su olor.

2. Tomar aire fresco

Esto es básicamente tomarse un tiempo y respirar aire corriente, para poder percibir correctamente los aromas, uno tras otro. Según se afirma, llevarse a la nariz granos de café ayuda a disipar el olor, o lo más simple, recorrer la tienda un poco antes de probar el siguiente.

3. Usar la muñeca

Este punto se relaciona con el primero. Una vez que hayamos elegido un grupo de fragancias, se recomienda posteriormente rociarla en la muñeca para saber cómo reacciona el olor con nuestra piel.

4. Pensar en el contexto

Como decíamos en un comienzo, utilizar un perfume nos define frente a los demás y está en nosotros aprovechar eso. Por esto es que debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Voy a un evento donde quiero llamar la atención con la fragancia? O al contrario, ¿acudo a un espacio reducido donde no se recomienda mucho perfume?

Para esto es bueno asesorarse con la vendedora de turno, quien nos ayudará a elegir uno, según nuestras intenciones.

5. Zonas de uso

Una vez elegida una fragancia, tenemos que tomar en cuenta que nuestro cuerpo posee zonas en la que podemos intensificar el aroma seleccionado. Éstos son “puntos de pulso” que generan calor y por ende, potencian su efecto.

Así entonces está el cuello, las muñecas y detrás de las orejas, zonas identificadas como puntos calientes donde se recomienda rociar nuestro aroma, aunque al ser áreas descubiertas, es aconsejable rociar nuevamente para mantener su efecto.

Además, el pecho, espalda y muslos -áreas bajo la ropa-, permiten que el olor sea más duradero, ya que no reciben aire constantemente.