Nuevos combates entre las fuerzas ucranianas y los separatistas tenían lugar este martes a las puertas de Donetsk, el principal bastión de los insurgentes, que se encuentra casi en estado de sitio, constató un periodista de la AFP.

Varias explosiones se escuchaban de manera regular desde Marinka, en la periferia sudoeste de la ciudad, de donde se elevaban columnas de humo.

Según el ayuntamiento, los tiros de mortero lanzados durante toda la noche dañaron una estación eléctrica en un barrio de Donetsk cercano a Marinka, dejando sin electricidad a unos cincuenta edificios de viviendas.

La misma fuente indicó que un artefacto explosivo había herido a ocho separatistas en pleno centro de la ciudad el lunes por la noche.

Los combates se intensificaron hace unos días en los alrededores de Donetsk, la ciudad más grande de la cuenca minera de Donbass (que contaba con un millón de habitantes antes del inicio de las hostilidades), lo que hace temer un asalto con combates especialmente mortíferos. Kiev instó a los civiles a huir de esta localidad.

Desde la capital, un portavoz militar confirmó que las fuerzas ucranianas se habían “acercado” a los barrios periféricos de Donetsk y del otro bastión separatista, Lugansk.

“Esto no quiere decir que se esté llevando a cabo un asalto, de momento se trata de preparar la liberación de la ciudad”, indicó Andri Lysenko ante la prensa.

La estrategia desarrollada hasta ahora por Kiev consiste en confinar a los insurgentes de Donetsk hasta que se agoten sus recursos, con el objetivo de aislarlos de la frontera rusa, por donde las autoridades ucranianas y los occidentales aseguran que transitan los combatientes y las armas que motivaron las sanciones económicas sin precedentes introducidas contra Rusia.