Rusia se esforzaba el lunes por llevar de regreso a unos 16.000 turistas varados en el exterior después de que otro operador turístico quebró debido a la caída del rublo y la crisis ucraniana, indicaron responsables turísticos.

Mientras las sanciones occidentales amenazaban con hundir a la debilitada economía rusa en una recesión y el valor del rublo sufría una paliza, el número de rusos que viajaron al extranjero se redujo a la mitad, de acuerdo con fuentes de la industria.

La empresa Labirint anunció el sábado que había cesado sus operaciones, dejando a 27.000 rusos “en el extranjero sin pasaje de regreso”, informó el lunes Ayudatour, el servicio de las agencias de viajes para los rusos en giras en el extranjero.

Responsables dijeron que después de tomar disposiciones de emergencia lograron llevar de regreso a la tercera parte, disminuyendo el número de personas que se encontraban bloqueadas en el exterior a sólo 16.000.

Labirint es el cuarto operador turístico ruso que quiebra en las últimas tres semanas, dejando a más de 50.000 viajeros en el exterior, mientras la preocupación por el conflicto en Ucrania condujo a una disminución de las reservas para viajes al extranjero.

“La situación económica y política ha tenido un impacto nefasto en el número de reservas”, y la bajada del valor del rublo “ha degradado el poder adquisitivo de los rusos”, dijo Labirint en un comunicado explicando el cese de su actividad.

El turismo disminuyó a la mitad

“Turquía empezó ayer (domingo) a expulsar a nuestros turistas de sus hoteles”, se lamentó la portavoz de la Agencia Federal de Turismo de Rusia, Irina Shchegolkova, en la radio Eco de Moscú, reconociendo por el contrario la actitud de Bulgaria y Grecia que, según ella, decidieron no penalizar a los turistas rusos por esta quiebra.

“Tenemos miedo de que esto no sea más que el comienzo y que se produzca un efecto de dominó”, agregó.

Aunque las sanciones occidentales todavía no han tenido un impacto directo de gran magnitud en la economía rusa, la crisis ucraniana y la amenaza de medidas punitivas afectaron al valor del rublo, que perdió 11% desde septiembre pasado.

Antes de la crisis ucraniana el crecimiento económico estaba casi estancado, y el país podría hundirse en la recesión.

El jefe interino de Rosturismo, Oleg Safonov, dijo que la agencia iba a crear una lista negra de las empresas que trataban mal a los turistas rusos, cuando se encontraban en esas situaciones tan difíciles.

“Desgraciadamente, encontramos casos en los que socios extranjeros echan a los turistas y los tratan con mucha rudeza. Así que tenemos intenciones de crear una lista de esos socios, con los cuales recomendaremos no hacer negocios”, declaró a la agencia de noticias Interfax.

Por su parte, el primer ministro ruso Dimitri Medvedev criticó a los operadores turísticos y ordenó a las autoridades que controlasen sus finanzas y que clausurasen a los que carecieran de reservas suficientes.

“Todas estas agencias están operando como estafas piramidales (…) y después dicen: ‘Oh, lo lamento, no tenemos suficientes clientes’”, afirmó Medvedev, según Interfax.