La crisis de la deuda Argentina comienza a resolverse este viernes en Nueva York con una audiencia clave ante el juez federal Thomas Griesa, cuyo fallo a favor de los fondos especulativos, rechazado por Buenos Aires, terminó llevando a la actual situación de “default selectivo”.

La cita es a las 15:00 y tiene lugar luego del fin del plazo el miércoles para que Argentina pagara un tramo de su deuda reestructurada, dinero que envió a Nueva York en junio pero que Griesa bloqueó para hacer cumplir su fallo a favor de los fondos.

“El tribunal va a celebrar una audiencia concerniente al reciente default de la República Argentina”, indicó el juez en su convocatoria a la audiencia donde debería empezar a definirse aplicación de su sentencia que obliga al país a pagar 1.330 millones de dólares a los fondos propietarios de bonos en mora.

La falta de acuerdo entre las partes impidió a Argentina concretar el pago que vencía el miércoles a tenedores de bonos de los canjes en 2005 y 2010, colocándola en “default selectivo” de su deuda soberana según las agencias de calificación financiera Standard & Poor’s (S&P) y Fitch.

La otra gran agencia, Moody’s, también consideró que se trata de “un caso de default” y a pesar de mantener el viernes la nota de Argentina, rebajó su perspectiva a “negativa” al considerar que se acelerará el deterioro de su economía.

Argentina consideró este viernes que la reunión no servirá para sacar al país del default de parte de su deuda.

“No podemos tener expectativas favorables, porque (Griesa) siempre ha tenido una visión parcial” del caso, dijo el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich en rueda de prensa.

El funcionario atribuyó la convocatoria a la necesidad del juez de resolver “mociones pendientes” del juicio.

El gobierno de la presidenta de Argentina Cristina Kirchner arremetió contra Estados Unidos, Griesa y el mediador judicial del caso que la enfrenta a fondos a los que califica de “buitres”, y desconoció el default parcial.

Kirchner consideró que “impedir que alguien pague no es default”. “El default selectivo no existe”, dijo en una cadena nacional, seguida de un acto con cientos de seguidores en Buenos Aires.

La mandataria cuestionó al juez y a Daniel Pollack, el mediador en este caso, al estimar que hubo un “claro manejo discriminatorio” en la causa a favor de los fondos querellantes NML Capital y Aurelius.

“Normalizar” relación con acreedores

Según NML, Argentina “rechazó considerar seriamente” las alternativas propuestas por el mediador “y en vez de ello eligió el default”.

El gobierno de Kirchner ha insistido en que defenderá los “exitosos” canjes de su deuda soberana, aceptados por el 92,4% de los tenedores de los títulos con quitas de hasta 70% de las acreencias.

Argentina ha afirmado que no puede pagar a los fondos especulativos el 100% de sus acreencias sin activar la cláusula “RUFO” de los canjes, que determina que debe equiparar los pagos a todos los acreedores, lo que podría costarle una catarata de juicios por miles de millones de dólares.

De su lado, el gobierno de Estados Unidos instó el jueves a Argentina a “normalizar” las relaciones con sus acreedores.

“Creemos que han progresado en cumplir con sus obligaciones y creemos que es de su interés normalizar las relaciones con todos sus acreedores”, dijo la portavoz adjunta del Departamento de Estado, Marie Harf.

Negociación de bancos de EEUU

Tras el fracaso de las negociaciones entre el gobierno y los fondos, el jueves se supo que JP Morgan y otros grandes bancos mantenían discusiones con NML Capital y Aurelius para hallar una solución alternativa al caso.

El mecanismo, que evitaría la activación de la cláusula “RUFO”, pasaría por la compra de los bonos a los fondos, algo que habrían intentado hacer, sin éxito, un conjunto de bancos privados argentinos.

La primera jornada en default provocó en Buenos Aires una ligera depreciación de la moneda de 0,24%, ubicándose a 8,23 pesos por dólar en el mercado oficial, y derrumbó la bolsa porteña en 8,43%.

Este viernes la Bolsa de Tokio comenzó su sesión a la baja siguiendo la estela de las europeas y de Wall Street, invadida por la preocupación provocada por el default argentino y las actuales tensiones geopolíticas en el mundo.

Esta situación inédita de default producto de un fallo judicial se produce trece años después de la catastrófica cesación de pagos de 2001, cuando fue el gobierno argentino el que suspendió el pago de 100.000 millones de dólares, equivalentes a 166% de su PIB.

Según los analistas, una de la primeras consecuencias sería alejar de forma duradera al país del acceso a los mercados internacionales de capitales, de los que está excluida desde 2001 y a los que trataba de regresar.