Finalmente falleció la bebé que el pasado martes había sido extraída del útero de su madre muerta, una mujer gazatí que permanecía atrapada bajo los escombros de su casa derrumbada.

Según informa BBC Mundo, la pequeña Shimah -nombre de su progenitora entregado a ella por el equipo médico- se hallaba en muy mal estado de salud, lo que la debilitó al punto de no poder recuperarse.

La madre de la pequeña quedó atascada durante una hora antes de la llegada de los servicios de socorro, que la sacaron, así como a su marido, un periodista de la radio gravemente herido en el bombardeo.

Nacida prematura, Shimah fue objeto de una atención muy particular de los médicos de hospital europeo de Jan Yunes, a donde fue trasladada y donde permaneció respirando gracias a una máscara de oxígeno.

Testigos indican que cazas bombarderos F-16 dispararon misiles contra el domicilio de la familia, situada en una zona densamente poblada del centro del enclave palestino.