Una flotilla ballenera japonesa concluyó una campaña en el Pacífico norte cazando en total 115 ejemplares, anunció el martes de noche la Agencia nipona de pesca.

Esta campaña de pesca, que duró dos meses y medio, fue la segunda después de que el 31 de marzo la más alta jurisdicción de la ONU ordenase a Japón detener la caza de ballenas en la Antártida.

Australia llevó este asunto en 2010 ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que consideró finalmente que Japón disfrazaba una actividad comercial como programa científico, violando así una moratoria de caza de ballenas con fines comerciales instaurada en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional (CBI).

La Agencia japonesa de pesca precisó que la campaña en el Pacífico norte que viene de finalizar no fue perturbada por militantes opuestos a esta actividad, en particular la ONG Sea Shepherd.

Como consecuencia de un veredicto de la CIJ, Japón anuló su próxima expedición ballenera en la Antártida, que debería comenzar en el invierno (boreal) próximo, pero el gobierno nipón precisó que no había aún tomado una decisión sobre esta misma campaña para el periodo invernal 2015-2016.

Las autoridades japonesas anunciaron en este sentido que reverían su plan de caza en la Antártida teniendo en cuenta el veredicto de la CIJ, con la finalidad de darle un giro más científico compatible con las reglamentaciones mundiales.