El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue designado este sábado por la militancia como jefe del Partido Socialista Unido (PSUV) durante el primer congreso de la tolda roja sin su fundador Hugo Chávez, quien fue ascendido a “líder eterno”.

Vestido de guayabera roja -como la mayoría- y acompañado por la cúpula del partido, entre ellos el segundo del chavismo, Diosdado Cabello, y el presidente de la estatal Petróleos de Venezuela, Rafael Ramírez, Maduro recibió de manos de dos delegados “psuvistas” las cartas con los primeros acuerdos alcanzados por la militancia en el primer día de este congreso que se extenderá hasta el jueves.

“¿Que no todo es perfecto dentro del partido? ¿Que no todo funciona como debería funcionar? ¡Es verdad! Pero en el PSUV hay una fuerza creadora para decidir lo que haya que decidir. De este congreso saldremos fortalecidos”, dijo Maduro desde el principal teatro de Caracas, el Teresa Carreño, al insistir en la necesidad de “fortalecer el socialismo”.

Desde abril, cuando la militancia inició los debates hacia este congreso, en el chavismo se han asomado diferencias, pero la más relevante la puso en evidencia Jorge Giordani, exministro de planificación y artífice del férreo control cambiario que rige en Venezuela desde 2003.

El exministro, uno de los partidarios más radicales, denunció a su salida la corrupción dentro del chavismo y acusó a Maduro de falta de liderazgo, de generar sensación de “vacío de poder” y de ceder a las presiones del sector privado, que clama el fin de la política de expropiaciones y de control de cambio y de precios.

“No puede haber disociación en el PSUV”, reiteró Maduro. “No puede andar el partido por un lado y el gobierno por otro”, agregó el mandatario, acusado en los últimos días por la militancia de “desoír al pueblo” y “pactar con la burguesía”.

El PSUV fue creado por Chávez en 2008 para unificar la maquinaria electoral del chavismo, dispersa en distintas corrientes que hacían vida a la par del extinto Movimiento Quinta República (MVR), con el que el líder llegó al poder en 1999. La mayoría se volvió “psuvista”, pero otras corrientes prefirieron seguir militando en el chavismo desde sus propios espacios.

Al acto de este sábado asistieron representantes de una veintena de partidos de la izquierda de China, Vietnam, Chile, Colombia, Uruguay, Cuba, Honduras, El Salvador, así como el derrocado expresidente hondureño, Manuel Zelaya, y la excongresista colombiana Piedad Córdoba.