Naciones Unidas denunció en un informe remitido el jueves al Consejo de Seguridad un fuerte aumento de los ataques dirigidos por las fuerzas gubernamentales sirias contra hospitales.

“Las violaciones de los derechos humanos (en Siria) siguen ocurriendo a gran escala y los ataques contra instalaciones médicas están aumentando, en contradicción flagrante con las leyes humanitarias internacionales”, dice el texto.

El informe menciona 12 ataques a establecimientos sanitarios en junio en Alepo, Hama, Homs, Idlib y en la periferia rural de Damasco. Además, precisa que todos han sido perpetrados por las fuerzas gubernamentales.

“Se trata de la cifra más elevada en un solo mes desde diciembre de 2012″, señala la ONU.

Diecinueve trabajadores de la salud murieron en junio, de los cuales 18 por tropas gubernamentales y uno por los rebeldes armados, indica el informe, que cita una cifra de 526 muertos entre el personal médico desde el inicio del conflicto hace tres años.

“Los protagonistas (del conflicto) continúan obstaculizando la llegada de ayuda humanitaria a los más necesitados y rechazando los operativos (de socorro) de manera totalmente arbitraria, como una táctica de guerra”, constata el informe.

En particular, el gobierno sirio “sigue rehusándose a autorizar la entrega de medicamentos inyectables y equipos quirúrgicos en las zonas de más difícil acceso”.

En consecuencia, unas 24.000 personas se han quedado sin recibir tratamiento para afecciones potencialmente mortales desde hace seis meses en la región de Madamiyet ElSham, cerca de Damasco.

El informe, que se refiere al período va del 18 de junio al 21 de julio, estima que 10,8 millones de sirios necesitan asistencia, incluyendo 6,4 millones de desplazados y 4,7 millones a los que las organizaciones humanitarias no han podido socorrer porque se encuentran atrapados en medio de los combates.

El informe debe ser evaluado por el Consejo de Seguridad el próximo miércoles.

Es el quinto informe de los servicios del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, sobre el acceso humanitario en Siria desde la adopción en febrero por el Consejo de la resolución 2139, aprobada para facilitar la entrega de ayuda pero que ha quedado en letra muerta.

Otra resolución, la 2165, adoptada el 14 de julio, autoriza el pasaje de convoyes humanitarios desde Turquía, Jordania e Irak hacia zonas de Siria en poder de los rebeldes. Este procedimiento permitiría a las organizaciones humanitarias atender a 2,9 millones de civiles adicionales, estima la ONU.

A este respecto, el informe se limita a indicar que la ONU “realiza consultas preliminares para establecer un mecanismo” de control de estos camiones con ayuda. Según algunos diplomáticos, la ONU espera hacer pasar el primer convoy por la frontera turca antes del fin de semana.