El ejército israelí declaró este domingo que intensificará su ofensiva terrestre contra la Franja de Gaza, que entró en su decimotercer día, el más sangriento conflicto desde el que tuvo lugar en 2009, que ya provocó más de 350 muertos.

“Esta noche, la fase terrestre de la operación Barrera Protectora se amplía con fuerzas suplementarias para combatir al terrorismo en la Franja de Gaza, y establecer una realidad que garantice a los israelíes vivir en seguridad”, declaró el ejército hebreo en un comunicado.

En el bando israelí, dos soldados murieron el sábado en combates para repeler a un comando palestino que intentaba penetrar en suelo israelí pasando por un túnel, según informó el ejército. También murió otro combatiente.

Otro civil murió por un cohete lanzado desde Gaza, por lo que son dos los civiles israelíes fallecidos desde el inicio de la ofensiva el 8 de julio, según la policía. Otro soldado murió esta semana por un disparo de “fuego amigo”.

Ban Ki-moon viaja a la región para ayudar “en la coordinación con los actores regionales e internacionales, a acabar con la violencia”, según el secretario general adjunto para asuntos políticos de la ONU, Jeffrey Feltman.

No obstante, Israel advirtió que intensificará su operación terrestre, lanzada el jueves, en el enclave palestino controlado por los islamistas de Hamas.

El ejército está “expandiendo la fase terrestre de la operación”, dijo su jefe, el teniente general Benny Gantz.

El sábado por la noche, militantes palestinos trataron introducirse de nuevo en Israel pasando por un túnel y la operación se saldó con la muerte de un “terrorista”, indicó el ejército.

El brazo armado de Hamas, las Brigadas Ezedin al Qasam, reivindicó las dos tentativas de introducirse en territorio irsaelí.

La gran mayoría de los 355 palestinos muertos en el conflicto más sangriento entre Israel y Hamas desde 2009 son civiles, según la ONU. Además, unos 2.400 palestinos han resultado heridos. Según UNICEF, al menos 73 menores de edad han muerto.

Este domingo de madrugada, un disparo de artillería israelí al este de la ciudad de Gaza mató a cuatro personas, según una fuente médica que precisó que dos de las víctimas son niños y otra el hijo de Jalil al Haya, un alto responsable de Hamas.

Antes, cuatro palestinos de una misma familia, entre ellos dos niños, murieron el sábado en un bombardeo aéreo en el norte, según los socorristas.

Casi a la medianoche local, un hombre murió en Jan Yunes a causa de un disparo desde un blindado. Más temprano, otros dos, de 25 y 31 años, respectivamente, rsultaron muertos en un ataque aéreo contra Deir al Balah (centro).

Posteriormente, un hombre fue abatido por un blindado en Rafah, y otros tres jóvenes murieron en la misma localidad.

La Agencia de la ONU para la ayuda a los refugiados palestinos (UNRWA) abrió 44 de sus escuelas para dar cobijo a quienes huían de los bombardeos e indicó que más de 50.000 personas necesitaban un refugio.

El Programa Mundial de Alimentos (PAM) indicó haber distribuido alimentos y bonos de comida a unos 20.000 desplazados. Agregó que se preparaba para atender a 85.000 personas en los próximos días.

Por su parte, el ejército indicó que 76 cohetes impactaron sobre Israel el sábado y otros 14 fueron interceptados. En total, 1.321 proyectiles cayeron sobre el Estado hebreo en los 12 de ofensiva y 356 fueron interceptados.