¿Crees que nuestra capacidad de compartir está determinada por nuestras posesiones? Así es, pero quizá no de la manera en que imaginas.

El joven comediante británico Sam Pepper realizó un interesante experimento social para ponerlo a prueba: ingresó a una pizzería vestido como un joven cualquiera y, tras decirle a los clientes que se encontraba hambriento, les preguntó si podían convidarle una rebanada de su pizza.

Previsiblemente, ninguno de los parroquianos accedió a compartir su pizza con él.

Luego, dos amigos del humorista le regalaron una pizza a un indigente que se encontraba en las afueras del local, el que la recibió alegremente. A continuación, Pepper volvió a repetir su número con el desamparado y, para su sorpresa, el hombre no dudó un segundo en compartirla.

Pepper asegura que no hubo mayor edición del video y que tanto los clientes como el indigente fueron los primeros que encontró para hacer la prueba, demostrando que las personas que menos tienen son -muchas veces- las más generosas.

El video fue difundido la semana pasada, pese a lo cual ya amasa más de 3 millones de visitas.

http://youtu.be/6KNCkuUOwoQ