La cifra de damnificados producto de las inundaciones en Paraguay sigue aumentando y alcanzó 250.000, informaron fuentes del gobierno este viernes al anunciar que destinará tres millones de dólares adicionales a la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) para atender la situación de emergencia.

“El gobierno del presidente Cartes ha destinado hasta ahora tres millones de dólares para las operaciones de socorro ya que las crecidas de los ríos y arroyos del país están afectando ya a unas 250.000 personas”, informó el ministro de la SEN, Joaquín Roa.

La semana pasada, la cifra era de 230.000 desplazados.

Las aguas del río Paraguay crecen lentamente pero sin cesar. Las casas, apartamentos y comercios del centro de Asunción comenzaron a sufrir los embates de la crecida que alcanzó 7,30 metros.

El peak histórico de inundaciones fue de 9,01 metros en 1983, según el registro oficial. Ese año, las inundaciones alcanzaron la céntrica calle Palma de Asunción.

El muelle del puerto de la capital, que no opera desde hace años, ya fue rebasado por las aguas. El pueblo de Puerto Elsa, vecino de Clorinda, Argentina, a unos 50 km de Asunción quedó literalmente sumergido, incluido su cementerio, comprobó la AFP.

El viernes amaneció soleado después de una semana de tiempo gris, frío y lluvioso.

Los expertos de la Dirección de Meteorología aseguran que las precipitaciones cesarán y que el río comenzará a descender. Pero advirtieron que volverá a crecer a partir de la temporada de lluvias, en octubre.

El presidente Horacio Cartes, quien visitó a los damnificados de Pilar, ciudad a 300 km al sur de Asunción, próximo a la desembocadura del Paraguay con el Paraná, prometió dar una solución definitiva a los inundados, y anunció la construcción de caminos.

“Nosotros tenemos dos opciones después de vivir esta experiencia: acostumbrarnos a ella y cuando baje el río darnos un abrazo y decirnos hasta la próxima inundación, o de una vez por todas buscar soluciones definitivas”, expresó en una arenga dirigida al público de Pilar.

El jefe de Estado instó a los funcionarios y a los receptores de ayuda a no abusar de los recursos, en alusión a denuncias de desvíos de víveres y materiales para construcción de viviendas de emergencia.

“Voy a poner hasta el último gramo de esfuerzo para que todos tengan vivienda digna y no simplemente cambiarles su chiquero por otro chiquero”, subrayó el gobernante.