El vicepresidente de Argentina, Amado Boudou, apeló el jueves el procesamiento en su contra por hechos de corrupción cuando era ministro de Economía en 2010, informó el ministerio de Justicia.

“Ya resulta inaceptable la vulneración a todas las garantías y principios constitucionales por parte del señor juez”, sostuvo Boudou, según el escrito presentado para que la Cámara Federal revise el procesamiento dictado por el juez federal Ariel Lijo.

Boudou, primer vicepresidente argentino en ser procesado en ejercicio de sus funciones, fue acusado de haberse quedado -a través de la empresa fantasma The Old Fund y de un testaferro-, con 70% de la empresa Ciccone, que tiene el monopolio de la impresión del papel moneda, a cambio de haber intervenido para evitar la quiebra de esa firma.

Lijo inculpó a Boudou el 27 de junio pasado y trabó un embargo sobre sus bienes de 200.000 pesos (USD 24.000). La pena por el delito que se imputa es de hasta seis años de prisión.

“Ha quedado evidenciado que el Señor Juez nunca quiso que se conozca la verdad, como así tampoco tuvo interés en escucharme, ni en que la ciudadanía lo hiciera de un modo directo”, dijo el vicepresidente en su presentación.

La mandataria Cristina Kirchner no se ha pronunciado públicamente respecto a la situación de Boudou, quien accedió a la vicepresidencia en 2011 tras ganar la fórmula encabezada por la Presidenta con 54% de los votos.

Boudou, a quien la oposición le pide que renuncie o tome licencia hasta que se esclarezca su situación, encabezó el jueves el acto por el Día de la Independencia en reemplazo de Kirchner, en reposo por un problema de garganta.

El vicepresidente rechazó las acusaciones, que atribuye a una persecución política, y evitó, gracias a la mayoría oficialista en el Congreso, un juicio político pedido por opositores para destituirlo.