Sin duda el negocio de la moda es uno de los más polémicos, sobre todo por las diferentes posturas de diseñadores y modelos que parecen promover el delicado tema de los “desórdenes alimenticios”. Esta vez, la controversia la generó una marca de ropa estadounidense que lanzó al mercado una línea con una talla “XXXS”, es decir, extremadamente pequeña.

J. Crew, una marca de retail que cuenta con más de 300 tiendas en Estados Unidos, es la responsable de este nuevo paradigma en cuanto a los estándares de tallaje para las mujeres.

La talla XXXS que impone esta firma nortemaricana vendría a ser algo así como un número 32 en Chile, un 26 en España y 0 en Australia.

Al ser consultados por la razón de esta importante reducción en las medidas, los representantes de la marca explicaron que el mercado asiático demanda este tipo de tallas por la delgada contextura de las mujeres de la zona, según consignó la revista femenina Cosmopolitan.

Según la guía de tallas publicada en el diario español El País, estas medidas llegan a ser exageradas para los mercados del mundo.

Guía de tallas de J. Crew

Guía de tallas de J. Crew

Si bien está claro de que incluir nuevas tallas en sus colecciones no es algo negativo sino que un propio giro del mercado para adaptarse y así ganar más dinero, el problema es que esta práctica en particular fomenta un prototipo de cuerpo y la alimentación poco saludable en las menores de edad, quienes se ven influenciadas por las tendencias de la moda y los medios de comunicación.

Desórdenes alimenticios y patrones de belleza según el mundo de la moda en las adolescentes.

Los primeros en poner “el grito en el cielo” fueron los blogeros de moda y estilo norteamericanos, Racked y Capitol Hill Style, quienes explicaron que que no pensaban apoyar este tipo de tallas por ser “deshonestas” y propusieron la creación de un tallaje más real.

Y es que es muy fácil encontrar mujeres delgadas en las revistas y la publicidad, lo que despierta la preocupación sobre el impacto de esta situación en adolescentes que ven como ejemplos a seguir a estas despampanantes mujeres y son más susceptibles a caer en las nuevas modas.

Si bien la anorexia y la moda no están de la mano, han compartido titulares y portadas en el mundo a través de los años. Uno de estos casos fue el de Georgina Wilkin, una modelo que mientras trabajaba sufría de la enfermedad y sus jefes le pedían adelgazar incluso más.

Todo comenzó cuando era una joven de 15 años que vio en la televisión desfilar a Kate Moss, una de las súpermodelos más importantes del mundo, y se propuso ser como ella. Desde esos días que se saltaba las comidas. Le decía a su familia que iba a cenar donde sus amigos y se quedaba toda la noche en las bibliotecas de la ciudad.

Wilkin comenta que en su primera prueba como modelo la miraron de la cabeza a la punta de los pies, por lo que dejó de comer hasta estar en una “extrema delgadez”. Los dueños de la agencia de modelaje la felicitaron por estar tan flaca y le rogaron que “fuera lo que fuera que hacía, lo siguiera haciendo”.

Ésta y otras historias muestran que el mundo de la moda sigue inculcando a las jóvenes ser cada día más delgadas, pese a los esfuerzos de algunos por cambiar esta perjudicial tendencia.