“Aquí el lucro es desatado”. Así de categórico fue el presidente regional del Colegio de Profesores en Iquique, Pedro Cisterna, al referirse a una lista difundida esta semana y que contiene las utilidades de las escuelas de lenguaje de la región de Tarapacá.

Se trata de un documento que fue requerido a la Seremi de Educación por el diputado Hugo Gutiérrez (PC), haciendo uso de la Ley de Transparencia, en la que se evidencian las jugosas ganancias de los dueños de los establecimientos en la zona norte del país.

Hay sobrada información y evidencia que aquí el lucro es desatado. El centro está en las ganancias y no en la educación de los niños”, afirmó Cisterna en conversación con BioBioChile.

El dirigente y actual concejal de Iquique, pidió terminar con estas escuelas que poseen un “poco riguroso” diagnóstico en que “cualquiera” es enviado a estos programas con fonoaudiólogos de los mismos recintos.

Muchos de estos niños no necesitan escuelas de lenguaje. Son diagnosticados rápidamente y fácil por funcionarios de los propios colegios, respecto a supuestos trastornos de lenguaje con el fin de obtener ganancias”, afirmó.

En la misma línea, denunció que “estos establecimientos suman utilidades de más de $3 mil millones anuales (…) con una subvención especial de $135 mil mensual. Es decir, representa un gran negocio con efecto de superación bastante discutible“.

En la lista -entregada por el Colegio de Profesores de Tarapacá- destaca en primer lugar la Escuela Especial del Trastorno del Lenguaje Isluga, que en 2013 obtuvo por parte del Estado más de $587 millones, siendo gastado $289 millones en remuneraciones y quedando con saldo a favor de $297 millones.

Asimismo hay dos de propiedad de la familia del diputado Renzo Trisotti (UDI): estas son las escuelas San Joaquín y Nube de Sol, las que obtuvieron ganancias por $72 millones y $41 millones, respectivamente.