Una excepcional “alerta especial” se mantiene en el sur de Japón para las islas de Miyako y Okinawa, a las que se acercaba a poca velocidad el potente tifón Neoguri, según las autoridades.

La agencia meteorológica japonesa emitió el lunes la alerta máxima en previsión de vientos fuertes, lluvias torrenciales y olas gigantescas que ya estaban afectando a las zonas meridionales concernidas.

“Se trata de una situación excepcional, con un enorme peligro potencial y queremos que la población se encuentre aplicando las consignas de las autoridades locales antes de la llegada del tifón”, advirtió un responsable de la agencia.

Esta alerta especial se declara únicamente si hay riesgo de muertes y de daños masivos por las lluvias torrenciales y los vientos superiores a 270 kilómetros por hora.

La agencia nipona encargada de la meteorología puso en alerta primero a la isla de Miyako, donde se recomendó la evacuación de sus 55.000 habitantes la noche del lunes.

También la isla principal de Okinawa, hogar de un 1,2 millones de personas, entró en una zona de fuertes vientos, que durarán todo el martes con un periodo de ráfagas a 215 km/h o incluso más por la tarde.

La mayor base de las fuerzas estadounidenses en el Pacífico, situada en la isla de Okinawa, comenzó a evacuar sus aviones el domingo.

A las 06H00 locales del martes (21H00 GMT del lunes), el tifón, octavo de la temporada, se encontraba a unos 100 km al este-sureste de la isla de Miyako, donde las viviendas están privadas de corriente eléctrica, según las autoridades y la televisión NHK.

“Por su trayectoria, está ahora mismo muy cerca de esta isla”, precisó la televisión pública.

Neoguri (“mapache” en coreano) debería seguir su avance lento (20 a 25 km/h) hacia el norte y luego hacia el este con vientos de hasta 270 km/h.

Las olas podrían alcanzar los 14 metros de altura, según esta agencia informaba regularmente a la población. Todos los vuelos previstos el martes con salida y llegada a Okinawa fueron anulados, al igual que los trayectos por barco entre las islas.

Escuela y empresas deberían permanecer cerradas al menos este martes.

“Pido a las autoridades municipales que no duden en emitir órdenes de evacuación ni teman pecar por exceso de prudencia”, declaró el lunes Keiji Furuya, ministro encargado de la gestión de catástrofes.

Por otra parte, una extensa zona del suroeste del archipiélago (sobre todo Kyushu) está registrando fuertes aguaceros que pueden ir a más y provocar corrimientos de tierras.

Según las últimas previsiones de la agencia meteorológica, Neoguri debería atravesar la práctica totalidad de Japón de sur a norte y de oeste a este a lo largo de la semana, con fuertes intemperies en un 90% de su territorio.

La agencia estima que después de ganar en potencia en un primer momento, debería perder luego un poco de vigor y transformarse quizás en una depresión antes de alcanzar la isla central de Honshu.

De viaje en el extranjero, el primer ministro nipón, Shinzo Abe, ordenó tomar todas las medidas necesarias para hacer frente a la amenaza que representa este violento tifón.

James Hecker, comandante estadounidense de la base evacuada en Okinawa, indicó en un comunicado que Neoguri “es uno de los tifones más violentos en 15 años”.

“Durante el tifón, no hay que salir a la calle (…) Todo lo que no esté atado, incluso los objetos pequeños, podrían convertirse en proyectiles mortales”, añadió el militar.