Más de 20 personas murieron en nuevos ataques en la región costera de Lamu, en Kenia, en la misma zona donde el mes pasado fueron masacradas 60 personas, informó la Cruz Roja keniana el domingo.

Estos nuevos ataques, que tuvieron lugar en la ciudad de Gamba y la localidad de Hindi en la noche del sábado, fueron reivindicados por los islamistas somalíes shebab, un grupo vinculado con Al Qaeda, que también había reivindicado los ataques de junio en la región.

Pese a la reivindicación de los rebeldes somalíes, la policía keniana acusó a un grupo separatista de estos nuevos ataques, que, según ella, dejaron más de 20 muertos. Según la Cruz Roja, fallecieron 22 personas.

“Las investigaciones preliminares muestran que el ataque lo llevaron a cabo miembros del Consejo Republicano de Mombasa”, un grupo que reclama la independencia de la zona costera, declaró la subjefa de policía Grace Kaindi en una rueda de prensa.

La policía indicó además que, en la noche del sábado, hombres armados no identificados prendieron fuego a varias casas y atacaron la comisaría de Gamba, liberando a un sospechoso de los ataques del mes pasado. Entre los muertos figura un policía, indicaron responsables.

Un periodista de la AFP en Hindi informó que todas las víctimas en esta localidad son hombres, excepto un adolescente que fue abatido al tratar de huir.

Los atacantes dejaron un mensaje escrito en inglés y swahili en una pizarra tomada de una escuela. “Ustedes invadieron un país musulmán y quieren permanecer en paz”, rezaba el mensaje.

Una residente de la zona, Elizabeth Opindo, contó a la AFP que habló con los atacantes, quienes quemaron su casa pero la dejaron viva, arguyendo que no matan a mujeres.

Según esta testigo, había una docena de atacantes que hablaban una mezcla de inglés, swahili y somalí.

“Dijeron que nos atacaban porque a los musulmanes se les estaban quitando las tierras”, dijo esta mujer.

Un portavoz de los islamistas somalíes shebab, vinculados con Al Qaida, reivindicó estos ataques en un comunicado.

“Los atacantes regresaron sanos y salvos a sus bases”, dijo Abdulaziz Abu Musab, añadiendo que los activistas mataron a diez personas.

Los shebab reivindicaron también los ataques de junio en Mpeketoni, afirmando que fueron en represalia contra la presencia militar de Kenia en Somalia.

Sin embargo, el presidente keniano Uhuru Kenyatta había desmentido la implicación de los shebab, atribuyendo los ataques a “redes políticas locales” vinculadas a “bandas criminales”.

Al menos 48 personas habían muerto en este ataque contra la ciudad costera de Mpeketoni, en el este de Kenia.

Mpeketoni está ubicada a un centenar de kilómetros de la frontera con Somalia y a unos treinta de la turística e histórica ciudad de Lamu, patrimonio mundial de la UNESCO.

El ataque contra Mpeketoni en junio fue el más letal en Kenia desde el ataque contra el centro comercial Westgate de Nairobi en septiembre de 2013, también reivindicado por los shebab y en el que murieron al menos 67 personas.

Kenia ha sido escenario de varios ataques y atentados atribuidos a los shebab o a sus simpatizantes desde que su ejército entró en Somalia en octubre de 2011 para luchar contra los islamistas somalíes.

Por otra parte, en Mombasa, hombres armados mataron el domingo a una turista rusa y le robaron una bolsa con cámaras, teléfonos y otros efectos personales, en un acto de “delincuencia común”, según la policía.