Es un trastorno cada vez más frecuente en las personas preocupadas por comer alimentos saludables y no contaminados. Actualmente mujeres, adolescentes y deportistas son los más obsesionadas con este “nuevo estilo de vida”.

La ortorexia se trata de una alteración que afecta, según la Organización Mundial de la Salud, a un 28% de la población de los países desarrollados y va en aumento. Hablamos de la ortorexia, que de acuerdo a la definición señalada por Steven Bratman, médico estadounidense, es un trastorno alimentario que consiste en una obsesión patológica por ingerir comida considerada como saludable por la persona, algo que, paradójicamente, puede llevar a la desnutrición.

Se trata, de alguna manera, de llevar al extremo la idea de una alimentación sana. La persona desarrolla un control exhaustivo y cada vez más estricto de los componentes de los alimentos que va a ingerir, intentando tomar únicamente comida orgánica, vegetal, que no haya sido tratada con fertilizantes ni conservantes y que no contenga grasas saturadas.

Según explica la licenciada argentina en Nutrición, María Belén Yerfino, “quienes padecen este este trastorno se preocupan más por la calidad de los alimentos que por el placer de comer. De hecho, la comida es el centro de sus pensamientos y de su vida. Dejan de consumir alimentos importantes para el organismo y que consideran dañinos; como las grasas y lípidos que son necesarios en proporciones adecuadas para el buen funcionamiento del organismo”.

Esta tendencia a ingerir una “dieta sana” tiene varias consecuencias. Desde el punto de vista nutricional, estas personas suelen presentar déficit de grasa, hipotensión (presión arterial baja) y problemas cardiovasculares, pero desde el aspecto psicológico, se alternan estados de euforia con otros de ansiedad y se experimenta una falsa autoestima, señala el sitio Yahoo Mujer.

“Llevar una vida saludable puede convertirse en un desequilibrio nutricional y mental sin distinción de sexo ni edad, aunque los grupos más vulnerables son las mujeres, adolescentes y deportistas, sobre todo el caso de físicoculturistas y atletas.”, declara la nutricionista argentina.

¿Cómo se detecta la ortorexia?

Según diversos especialistas, existen distintas pautas para descubrir si una persona padece este trastorno:

1. Dedicar más de 3 horas al día en pensar la dieta sana del día.
2. Hay más preocupación por la calidad de los alimentos, que por el placer de consumirlos.
3. Disminución de su calidad de vida, conforme aumenta la “calidad” de su alimentación.
4. Sentimientos de culpabilidad cuando no se cumple con las convicciones dietéticas, lo cual lleva a castigos con dietas y ayunos severos.
5. Se planifica excesivamente lo que se comerá al día siguiente y se produce un aislamiento social provocado por el tipo de alimentación que se sigue.

Para el diagnóstico de esta enfermedad es necesario un equipo multidisciplinario que pueda evaluar de forma precisa a la persona. El tratamiento requiere no sólo un apoyo profesional médico, sino también de una nutricionista y de un profesional de la salud mental.