El presidente de la región autónoma del Kurdistán iraquí, Masud Barzani, pidió este jueves a su parlamento la organización de un referéndum de independencia, que incrementa el riesgo de implosión del país a pesar de los gestos conciliadores del primer ministro, Nuri al Maliki.

Los yihadistas del Estado Islámico (EI), a la cabeza de una coalición de insurgentes sunitas que se apoderó de amplios territorios del norte y el oeste de Irak, afianzaron por su parte un poco más su poder en los territorios bajo su control en la vecina Siria, donde tomaron el campo petrolífero de Al Omar (este).

Los diputados deberían “preparar un referéndum sobre el derecho a la autodeterminación” de esta región que aspira a la independencia desde hace décadas, declaró Barzani en una reunión a puerta cerrada del parlamento kurdo, de la que la AFP obtuvo una grabación.

Barzani ya se mostró favorable a principios de semana a la organización de un referéndum de independencia del Kurdistán, al estimar que Irak ya se encontraba de hecho dividido.

Tras el lanzamiento de la ofensiva yihadista el 9 de junio, las fuerzas de seguridad kurdas tomaron la ciudad de Kirkuk y otros territorios disputados con el gobierno central ante la retirada del ejército iraquí.

El máximo jefe militar estadounidense, el general Martin Dempsey, afirmó el jueves que las fuerzas iraquíes habían fortalecido su defensa en torno a Bagdad, pero que probablemente necesiten ayuda para recuperar el territorio perdido.

Pero que el ejército iraquí tenga dificultades, no significa que Estados Unidos vaya a lanzar una nueva intervención militar en el país, precisó el general.

En este contexto, la posibilidad de continuar al frente del ejecutivo iraquí se complica para Maliki, vencedor de las legislativas del 30 de abril sin mayoría absoluta.

Maliki, acusado de concentrar el poder y de marginar a la comunidad sunita, decretó una amnistía para las personas “implicadas en actos contra el Estado”, incluidos los oficiales del ejército del dictador derrocado Sadam Husein, con el objetivo de mantenerse en el poder.

El primer ministro explicó en este sentido que “trabaja seriamente por la unificación de todos aquellos -tribus, intelectuales y políticos- que creen en la integridad de Irak, en su soberanía y su fuerza”.

El ejército iraquí apenas consigue ganar terreno a los yihadistas sunitas, quienes declararon el domingo la creación de un “califato” en las zonas conquistadas a caballo entre Siria e Irak. La ofensiva del EI cuenta con el apoyo de algunas tribus y de los ex oficiales del ejército de Sadam Husein.

Negociaciones estadounidenses

En el frente diplomático, Estados Unidos, cuyas tropas se retiraron de Irak a finales de 2011 tras ocho años de ocupación, llevaron a cabo negociaciones con figuras clave de la región para intentar lograr un gobierno de unidad.

El parlamento debe reunirse de nuevo el 8 de junio para intentar lanzar el proceso de creación de un gobierno, tras el fracaso el martes de la primera sesión.

En este sentido, el enviado especial de Naciones Unidas en Bagdad, Nickolai Mdalenov, insistió en la necesidad de un gobierno de unidad.

Asimismo, el presidente estadounidense, Barack Obama, se puso en contacto con el rey Abdalá de Arabia Saudita para pedirle que utilizara su influencia.

El secretario de Estado norteamericano John Kerry insistió en una conversación telefónica con Barzani en el importante papel a desempeñar por los kurdos en la formación del nuevo gobierno en Bagdad.

Sobre el terreno, los combates continuaban cerca de Tikrit, capital de la provincia de Saladino en manos de los insurgentes sunitas. Las fuerzas gubernamentales tratan de retomar su control desde el domingo, pero avanzan lentamente a causa del minado del territorio.

En el norte, una bomba mató a un combatiente kurdo cerca de Kirkuk. Asimismo se registraron enfrentamientos al sur de Bagdad, según el portavoz de Maliki para la Seguridad.

Por su parte, el ministerio turco de Relaciones Exteriores anunció la puesta en libertad en buen estado de 32 camioneros turcos retenidos desde hace un mes por el EI y recordó que otros 49 ciudadanos de su país, entre ellos personal diplomático, continúan como rehenes.