Los diputados alemanes aprobaron este jueves por amplia mayoría la instauración de un salario mínimo en todo el país, cumpliendo con una de las principales exigencias de los socialdemócratas, socios de gobierno de la canciller conservadora Angela Merkel.

Con 535 votos a favor (de 601), el Bundestag alemán propicia la aplicación a partir de 2015 de un sueldo mínimo de 8,5 euros brutos la hora (unos $6.400 chilenos), una de las medidas clave del tercer mandato de la canciller Merkel.

Los socialdemocrátas tuvieron que negociar duramente esta iniciativa con los conservadores, reacios a que el Estado se inmiscuya en un ámbito hasta ahora reservado a las negociaciones entre las empresas y los sindicatos. Finalmente, Merkel dio luz verde al salario mínimo para asegurarse la formación de una coalición de gobierno.

Para asegurarse el mayor apoyo posible entre la mayoría parlamentaria, los socialdemócratas aceptaron excluir bajo ciertas condiciones varias categorías de trabajadores, como los aprendices, los desempleados de larga duración durante seis meses, los menores de edad, los repartidores de periódicos y los temporeros del campo.

Según las estimaciones del SPD, la medida supondrá a partir del 1 de enero de 2015 un fuerte aumento salarial para cuatro de los 42 millones de trabajadores con que cuenta Alemania. En 2017 se verá beneficiado un millón de trabajadores más. Alemania se une así a los 21 países de la Unión Europea (de un total de 28) que aplican ya un sueldo mínimo.

El salario mínimo alemán será inferior al francés de 9,53 euros (unos $7.000 chilenos) y superior a su equivalente británico de 7,91 euros (unos $6.000 chilenos).

Respecto a nuestro país, el sueldo mínimo germano representa seis veces al equivalente de Chile, tomando como referencia el sueldo mínimo actual de $210.000. Es importante precisar que actualmente se está a la espera de que se apruebe en el Senado la propuesta de aumentar el salario a $225 mil mensual durante este año, para luego en 2015 subirlo a $241 mil y en 2016, $250 mil.