Una batalla legal decidió iniciar una pareja de cuidadores de una menor en Villa Alemana, debido a la urgente intervención quirúrgica que necesita una menor de un año y diez meses, que debe someterse a una extirpación de las adenoides.

Sin embargo, el Servicio Nacional de Menores se opone a que la operación sea en el sistema privado, pese a que los propios cuidadores han costeado las atenciones desde 2013. Estos llevan tres meses esperando que el sistema público les de la hora de pabellón.

Rosa Peirano y Orlando Jiménez tienen a su cuidado a una menor de un año y 10 meses, abandonada a pocos días de su nacimiento. Sus padecimientos de salud requieren de una atención urgente, y es lo que pretenden lograr a través de la acción interpuesta en tribunales para el inicio de una causa de cuidado personal.

Para ello, el abogado Gonzalo Uribe está buscando revertir la decisión del Sename, que se opone a que la menor sea intervenida para la extirpación de adenoides en un recinto privado.

El matrimonio ha dispuesto de todos los recursos para los tratamientos de otras enfermedades, como raquitismo y desnutrición.

A pesar de los informes de los equipos de asistentes sociales y psicólogos proporcionados por Coanil, donde se establece que la menor reconoce a Rosa y Orlando como padres y personas que cumplen todos los requisitos para continuar a su cargo, se les ha mantenido la negativa de concederles el cuidado personal. Esto podría evitar el consecuente daño emocional de sacarla de ese hogar, donde tiene una pieza, lugares para su estimulación y atención para su desarrollo.

Ambos cuidadores sólo sobrepasan en un año el límite de edad para solicitar la adopción de la niña. Tal circunstancia los ha sumido en la ardua tarea de lograr que se tome en cuenta la dedicación, cariño y atención que se le ha brindado para que se les conceda el cuidado definitivo, amparados en la jurisprudencia que ya se conoce de otros casos similares.

El director regional del Sename, Esteban Elórtegui, acotó que los límites de mantención de menores al cuidado de adultos es de dos años hasta que se logre el cierre del proceso de adopción, para el cual ya está postulando otra familia.

El vínculo de la niña con sus cuidadores nació en 2013, en un consultorio de Troncos Viejos,en Villa Alemana. Rosa Peirano, al ver el estado de abandono y tristeza de la lactante, decidió hacerse cargo ella y proporcionarle las atenciones médicas para superar los problemas de salud que ya presentaba.

A partir de ello, dejó atrás un severo estado de afección broncopulmonar, de asma y tos, que fueron controlados oportunamente.

El caso evoca al del carabinero José Luis Paredes, que luchó por meses en Tribunales contra el Sename de Ancud por conseguir la adopción de una niña de tres años, siendo denunciado por el Ministerio Público por desacato, y secuestro luego que se diera a la fuga con la menor.

El hecho tuvo un vuelco a su favor en julio de 2013, cuando la Corte de Apelaciones le concedió la adopción junto a su esposa Joselyn de la pequeña, con quien llevaban dos años cuidándola.