La Comisión Europea autorizó este miércoles con condiciones la compra de la operadora alemana de telefonía E-Plus, filial del grupo holandés KPN, por parte de la española Telefónica, lo que hará pasar de cuatro a tres el número de operadores en Alemania.

“Las soluciones a las que Telefónica se ha comprometido garantizan que la adquisición de E-Plus no perjudicará a la competencia en los mercados de telecomunicaciones alemanes” dijo el comisario europeo de Competencia, Joaquín Almunia en un comunicado.

La Comisión estaba preocupada por esta concentración, que fusionará al segundo y al tercer operador de telefonía móvil en Alemania (los otros dos son Deutsche Telekom y Vodafone) en un mercado “que se caracteriza por las elevadas barreras a la entrada de nuevos competidores”, según la Comisión.

Para responder a las objeciones de Bruselas, Telefónica ha hecho varias concesiones.

Por una parte, el grupo español se ha comprometido a vender, antes de que concluya la adquisición, hasta un 30 % de la capacidad de la red de la empresa resultante de la concentración a una o varios operadores virtuales de telefonía en Alemania.

Este permitirá la creación de nuevos operadores de este tipo (los que no tienen red propia) para fomentar la competencia

Telefónica también se comprometió a ceder parte de sus frecuencias y determinados activos y a ofrecer en el futuro servicios de 4G (cuarta generación de tecnología móvil) a todos los operadores.

Telefónica Deutschland anunció la semana pasada que abriría el acceso de su red en Alemania al operador Drillisch para asegurarse el visto bueno de Bruselas en la compra de E-Plus.

En Austria, la Comisión Europea también autorizó el paso de cuatro a tres operadores pero el comisario Almunia reconoció este miércoles que no estaba “satisfecho” con el resultado y admitió “errores” por parte del ejecutivo europeo.

La venta de E-Plus a Telefónica por 5.000 millones de euros fue anunciada en julio de 2013 y los dos grupos esperaban cerrar la operación durante el primer semestre de 2014.

Telefónica indicó entonces que el nuevo operador fruto de la fusión tendría 43 millones de clientes y una facturación de 8.600 millones de euros.