Los cancilleres ruso, ucraniano, francés y alemán se reúnen este miércoles en Berlín en un intento de resolver la crisis ucraniana tras la reanudación de la ofensiva militar de Kiev contra los rebeldes independentistas prorrusos.

En la agenda de los cancilleres Sergei Lavrov, Pavlo Klimkin, Laurent Fabius y Frank-Walter Steinmeier figuran un eventual alto el fuego, la reanudación de las negociaciones entre Kiev y los separatistas y el papel de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa), anunció en París una fuente diplomática francesa.

En el terreno, las fuerzas gubernamentales reconquistaron el puesto fronterizo de Dovjanski, ocupado por los separatistas prorrusos en la región de Lugansk, este, anunció el presidente ucraniano Petro Poroshenko.

“PRIMERA VICTORIA”

Poroshenko afirmó que se trata de la “primera victoria” del ejército ucraniano en el “operativo antiterrorista” tras reanudar los combates oficialmente el martes tras su anuncio del fin del alto el fuego.

Sin embargo, un portavoz de la “República Popular de Lugansk”, proclamada por los separatistas, desmintió que el puesto de Dovjanski haya pasado a manos de los militares ucranianos aunque reconocen, según las agencia rusa Ria Novosti, que se libran feroces combates en los alrededores.

El secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, está “sumamente decepcionado” por el fracaso del alto el fuego e instó a los separatistas a que “depongan las armas”.

El control de la frontera es uno de los objetivos de Kiev que quiere impedir la entrada de hombres y material procedente de rusa a las zonas rebeldes.

Las autoridades ucranianas, que hablan de una “ofensiva masiva de la artillería y la aviación”, anunciaron la recuperación de varias localidades que estaban en manos rebeldes, pero no se ha podido confirmar de fuente independiente dicha información, teniendo en cuenta que la guerra también se libra en el terreno de la información.

El presidente ruso Vladimir Putin echó la culpa a Poroshenko de la situación actual “no solo desde el punto de vista militar, sino político”.

Putin urgió a los países occidentales a que a partir de ahora construyan una cooperación con Rusia “en pie de igualdad” que se base en “el respeto mutuo”, en un discurso sobre política exterior en el que abordó la crisis en Ucrania.

WASHINGTON PRESIONA A MOSCÚ

El jefe de la diplomacia estadounidense, John Kerry, ha pedido a Moscú que deje de apoyar a los separatistas prorrusos y ha manifestado su “profunda preocupación por el rechazo de los separatistas apoyados por Rusia de adoptar las medidas necesarias” para permitir prolongar el alto el fuego.

También recordó que Estados Unidos y los países aliados de Kiev “seguirán presionando a Rusia para que deje de apoyar y de enviar armas a los separatistas”.

En el terreno, la situación aparecía sin cambios respecto a los últimos días de alto el fuego en que se produjeron numerosos incidentes de los que se acusa a ambos bandos.

El incidente más grave desde la expiración del alto el fuego tuvo lugar el martes por la mañana en Kramatorsk, a 80 kms al norte de Donetsk, donde disparos de origen desconocido causaron cinco muertos.

“La gente iba al mercado cuando empezaron los disparos”, explicó Valentina Balabai, mientras su marido tapaba las ventanas rotas de su casa. “Había dos cadáveres aquí, otros dos allí y un quinto al otro lado del camino”, explicó.

El ministro ucraniano del Interior, Arsen Avakov, desea abrir el miércoles o el jueves un “corredor humanitario” para permitir la evacuación de civiles de las zonas de combate. Este corredor, dijo a los periodistas durante una visita al este, debería ir desde Kramatorsk, en la región de Donetsk, a Barvenkovo, en la región vecina de Kharkiv.