Chile cayó en los octavos de final de la Copa del Mundo Brasil 2014, luego de perder en definición por penales ante Brasil por 2-3 (1-1 en el tiempo de juego). ‘La Roja’ deja una gran imagen y se retira del torneo con la tristeza de la eliminación, pero con la tranquilidad de haber dado todo.

El duelo inició con una lucha dura en el campo, donde Brasil lograba cierto dominio gracias a una buena recuperación de los volantes Fernandinho y Luiz Gustavo, donde mezclaron presión y faltas para impedir que los chilenos lograran dominar el balón con comodidad. Por el lado nacional, mucho desgaste físico en el intento por pinchar balones y salir rápido.

A los 5′, un tiro de Marcelo pasó cerca del vertical derecho de Bravo, marcando la primera opción para el local, mientras Díaz remató un minuto después, pero se fue desviado.

Las indicaciones de Luiz Felipe Scolari eran claras: aprovechar las licencias defensivas entregadas por la franja derecha de ‘La Roja’, donde Silva e Isla no lograron complementarse para cubrir los balones cruzados que eran lanzados para que Neymar se filtrara por esa banda.

Y a los 18′ llegó la apertura de la cuenta. Un córner servido por Neymar desde la izquierda fue pivoteado en el vértice del primer palo por Thiago Silva y en el segundo, Gonzalo Jara, incomodado por David Luiz, terminó impulsando la pelota en su propio arco. Ventaja para Brasil por medio de la principal dificultad de este equipo: el juego aéreo en los balones detenidos.

Tras el tanto, el local se replegó apostando por cerrar espacios y dejarle la pelota a los defensas chilenos. Y le resultó, porque los de Sampaoli no lograban tener claridad en los últimos metros. Por eso sorprendió lo ocurrido en el 32′. Un lateral servido por Marcelo terminó en una anticipo de un atento Vargas, quien cedió hacia el centro y encontró a Alexis Sánchez,quien definió con un derechazo bajo y cruzado para vencer a Julio César, poniendo el empate.

La igualdad despertó a la verdeamarela, que hizo ver muy mal a la zaga chilena, llena de descoordinaciones. Un cabezazo de Neymar que rozó en Silva y se fue apenas desviado y un tapadón de Bravo ante tiro de Alves fueron muestra de aquello, mientras Aránguiz no pudo definir en una internada en área de Julio César.

El segundo tiempo mostró a un Chile más ordenado, con Isla más junto a Silva evitando los balones a sus espaldas. Pero todo parecía derrumbarse a los 55′, cuando Hulk ingresó al área y definía con un ‘canillazo’ al segundo palo, pero Webb, a instancias del línea, anuló la conquista por mano, lo que no parece ocurrir.

Pero Chile también tuvo su posibilidad a los 63′, cuando una buena subida de Isla por derecha terminó con un centro atrás y el tiro incómodo de Aránguiz, el que fue desviado brillantemente por Julio César. Era gol.

Luego el cansancio de los jugadores chilenos fue obligando a aguantar el partido. Y ahí apareció el orden táctico, pero también el coraje de un grupo que que buscaba hacer historia. Arturo Vidal visiblemente sentido sólo podía quedarse en ataque, como un delantero más, mientras el ingresado Felipe Gutiérrez aportaba piernas frescas en la zona del mediocampo.

Con Neymar desaparecido ante la marca roja, era Hulk el que llevaba la batuta, pero Claudio Bravo se imponía en el duelo personal. Y el murmullo del público local que asistió al Mineirao era la mejor muestra de la preocupación por lo que ocurría en la cancha. A los 86′, Pinilla reeemplazaba a un Vidal que no tenía más que dar.

Y llegó el alargue. Brasil quería, pero no podía vulnerar a un defensa liderada por el enorme Gary Medel. En ataque, Alexis Sánchez sacaba toda la habilidad del barrio para sostener el balón y darle respiro a sus compañeros, rescatando gran cantidad de faltas que Webb no castigó con alguna tarjeta.

Empezando el segundo tiempo de la prórroga, Medel debió dejar el campo y fue reemplazado por un atento José Rojas. Y corrían los minutos cuando en el 120′ una buena acción de Sánchez con Pinilla terminó con un remate potente del ’9′ que rebotó en el travesaño. Era el gol de la clasificación y la sorpresa mundial.

Ya en los penales, fallos de Pinilla, Sánchez y Jara (con aciertos de Aránguiz y Díaz) sentenciaron la suerte de un plantel que entregó literalmente todo lo que tenía y que estuvieron cerca de la hazaña. No faltará verdad en los que digan que llegamos al mismo punto de 1998 y 2010, que se perdió en penales, que de todas formas avanzó Brasil, pero el contexto y el desarrollo también debe ser valorado. No se trata de incorporar un nuevo triunfo moral, sino de rescatar cuando alguien representa de gran forma a un pueblo.