Le educación chilena es cara y mala. El mejor colegio chileno, ese particular pagado de nombre rimbombante, es más malo que el peor -sí, el peor- colegio de Hong Kong, Corea del Sur u Holanda. Y mucho más costosos, claro.

¿Por qué esos colegios son malos si educan a alumnos con excelentes condiciones económicas? Por los profesores. Todos los estudios indican que el factor más importante en la calidad de la educación es la calidad de los profesores. Y, ahí, no tenemos solución.
Terminar con la selección y el lucro va en la línea correcta. Pero terminar con todos los colegios particulares subvencionados sin mejorar la calidad de los municipalizados, con un fuerte acento en los profesores puede originar una oposición a la reforma que promueve Michelle Bachelet. Y -vea el comentario- hacer de las palabras de Jaime Guzmán una profecía.