Son tres mujeres. Una abuela, una madre y una hija. ¿La idea? retratar el paso de lo años a través de fotografías familiares. Todo ambientado en la casa de la hija, la artista, Nina Röder.

Todo surgió a partir de las experiencias personales de Röder, quien intentó plasmar su vida en imágenes, resaltando la importancia que las figuras maternas tuvieron en ella.

Haciendo un recorrido, por sus recuerdos y memorias, la artista recreó las escenas más clásicas protagonizadas por las dos mujeres más importantes en su vida, siempre centrándose en su madre, con quien buscaba tener una conexión más cercana, y al mismo tiempo aprender sobre ella misma, pero inconscientemente.

También, Röder buscaba hacer que su madre retomara aquella vida que tenía antes de que ella naciera, una vida llena de esperanzas, primeros amores, sueños y deseos, todo lo que quería antes de que ella naciera.

Cada pose que podemos observar en las fotos son las mismas con las que Nina recuerda a sus familiares, en algún momento y otro de su vida. Según explica el Huffington Post, el ramo de flores significa el baile de graduación, ese terrible momento en el que la vida adolescente de las norteamericanas se encuentra en un hilo. Mientras que la imagen en el tocador es más lúdica y demuestra la primera experimentación con los disfraces.

Para la artista cada fotografía, cada material y cada pieza es, en parte, construida gracias a las historias que vivió con su familia. Y espera, con esta muestra, homenajear no sólo a sus figuras maternas, sino que a todas quienes han visto cómo las madres implican un fuerte pilar en sus vidas, simbólicamente.

Nina Röder | Huffington Post

Nina Röder | Huffington Post

Nina Röder | Huffington Post

Nina Röder | Huffington Post

Nina Röder | Huffington Post

Nina Röder | Huffington Post