Hace 20 años ocurrió un hecho que culminó en una tragedia. El defensa colombiano Andrés Escobar convirtió en su propia puerta en la derrota de su selección ante Estados Unidos en el Mundial de 1994, lo que significó la temprana eliminación de los cafeteros considerados como favoritos para avanzar a la siguiente fase, y con el posterior asesinato del futbolista que militaba en Atlético Nacional.

La jugada sucedió en el minuto 35. Escobar quiso interceptar el centro de John Harkes, pero al tocar el balón desvío la trayectoria, por lo que la pelota ingresó al fondo del arco defendido por Óscar Córdoba. Fue el primer gol del partido en la caída por 2-1. En el debut el equipo Francisco Maturana perdió contra Rumanía, por lo que la victoria ante Suiza en el último compromiso no les sirvió para clasificar.

En la previa del cotejo contra los norteamericanos, el DT de Colombia recibió un fax anónimo en que lo amenazaban de muerte si incluía a Gabriel Gómez contra los estadounidenses. El jugador no había tenido un buen desempeño versus los rumanos y “hacía peligrar el dinero de las apuestas entre narcotraficantes. En ese entonces, la sociedad colombiana convivía con los carteles de Medellín y de Cali”, añade el matutino.

Diez días después del autogol, Escobar decide salir a la discoteca El Indio y fue increpado por Humberto Muñoz Castro, quien comenzó a increparlo y finalmente lo mató a seis disparos.

John Rojas, periodista que investigó el caso, tiene dos teorías de lo sucedido. “Una es que una red de apostadores perdió mucha plata con la caída colombiana, y la otra que supuestamente esa noche Escobar coqueteó con una mujer ligada a unos narcotraficantes”, contó a La Tercera.

A 20 años de ese Mundial, Colombia se toma su revancha. Se encuentra clasificado a los octavos de final de Brasil 2014 liderando su grupo y tiene opción de seguir avanzando en memoria de Andrés Escobar.