El manoseado concepto de “bullying” es relacionado preferentemente con el ámbito escolar, en donde con frecuencia se advierte de casos de matonaje que pretenden ser erradicados por las autoridades con dispares resultados.

Sin embargo, para explicar dinámicas laborales de este tipo se emplea el término “mobbing”, en donde un trabajador puede sentirse particularmente presionado o agredido por el entorno en donde desempeña sus funciones.

La psicóloga clínica Sophie Henshaw explicó en el portal especializado PsychCentral que estas situaciones pueden propiciar un detrimento de la estabilidad emocional del individuo, sometiéndolo a una rabia o miedo intenso que incluso hace peligrar que éste tome decisiones apropiadamente.

Cuando uno se encuentra en dichas condiciones, señala la profesional, “su cuerpo tiene una enorme tensión y su enfoque se reduce a la amenaza inmediata. Esto significa que ya no se puede ver con claridad y que ha perdido la perspectiva”.

Explicó además que las personas que sufren perjuicio emocional producto del “bullying” en sus fuentes de trabajo suelen cambiar el enfoque de su pensamiento y se guían por el “capricho” de cada emoción fuerte que les surja, haciéndolos parecer débiles.

La práctica de compartir “demasiada información” también es usual en este tipo de personas, lo que las puede poner en desventaja. Al respecto, Henshaw entregó cinco consejos para evitar perder el control y recuperar el terreno que la persona que sufrió de acoso puede sentir que perdió.

Si pides ayuda, sé directo

La psicóloga explicó como ejemplo que recibió un correo electrónico por parte de una mujer aproblemada. Pese a que podría haberle presetado ayuda, el “vertedero verbal” que recibió, como lo denominó la misma profesional, le impidió establecer claramente qué era lo que pretendía la afectada.

Por lo anterior, recomienda mantener la tranquilidad y ser educado ante todo al solicitar auxilio, teniendo en cuenta que nuestras palabras impactan de cualquier modo al interlocutor. También sugiere ser directo, así la otra persona podrá ser clara en su respuesta.

Reunir información

Con este procedimiento es posible hacer frente a una organización que no combata el acoso, exponiendo debilidades y permitiendo al afectado recuperar autoridad moral.

Más que reaccionar, expresar los sentimientos

Sophie Henshaw sostiene que la reflexión diaria respecto a los sentimientos permite trabajarlos de mejor manera. Acudir a un terapeuta también puede ser una buena alternativa para ello, ya que estos se encuentran instruidos para administrar los sentimientos intensos sin verse afectados.

Como otra opción, sugiere acudir a las amistades, aunque cuidando el modo en que se expresa con ellos para no impactarlos de manera negativa.

No ser generoso con las palabras

La verborrea podría ser un factor en contra de alguien que se sienta atosigado en el trabajo. Lo recomendable es emplear las palabras lo justo y necesario.

Ver el problema en perspectiva

La pasión con la que se suele enfrentar un problema interfiere en que se pueda analizar este con la claridad necesaria. Relajarse y evaluar la situación con la mente fresca permite definir mejor los objetivos, aunque para este proceso pueda requerirse de un tiempo largo. “La impaciencia no es tu amiga”, advierte Henshaw.