Las imágenes de cerca de un centenar de chilenos intentando ingresar por la fuerza al Estadio Maracaná para ver el duelo de La Roja ante a España, han dado la vuelta al mundo en las últimas horas.

Más aún considerando que la propia FIFA emitió un comunicado repudiando la acción y que el gobierno de Brasil decidiera deportar a 85 fanáticos nacionales, quienes tienen un plazo de 72 horas para abandonar el país de la samba.

En este sentido, algunos de los protagonistas del suceso -que arrasaron con la sala de prensa del coliseo deportivo- hablaron a los medios mientras iban trasladados en un bus de la Policía Militar, como muestra un video de Radio Cooperativa, y las reacciones fueron dispares.

Por ejemplo, Felipe Díaz de Coquimbo se limitó a decir que “las entradas valían 2.200 reales ¿Quién puede pagar esa plata? Uno ve la oportunidad y entramos. Se hizo tira dos puertas y se cayó un panel, nada más….la hicimos, entramos a ver el partido igual”, además de realizar un ‘ceacheí’.

En tanto, Luis Gómez se mostró afectado por lo ocurrido en especial “por mi familia”. “Yo no estaba con esa onda”, aseguró, argumentando que mientras se realizó la avalancha él negociaba una reventa al lado del lugar, pero fue detenido por andar con la camiseta de Chile.

Eso sí, en lo que coincidieron ambos consultados fue en el buen trato que recibieron por parte de la policía uniformada brasileña.

En relación al tema, el cónsul general de Chile en Río de Janeiro, Samuel Ossa, afirmó a Las Últimas Noticias que “a esta gente se la llevó la pasión por querer entrar a ver a la selección, no tenían boletos y cometieron un error. No son delincuentes”.

“Los hinchas que se nieguen a cumplir ese plazo serán deportados de forma sumaria”, agregó Ossa sobre el requerimiento de abandono de Brasil a los detenidos, aunque aseveró que “van a quedar sin problemas en Chile ni en Brasil”.