Uno de los investigadores que participó en el estudio de las supuestas células STAP declaró a la prensa que no tiene pruebas de su existencia, acrecentando el escepticismo sobre los resultados de la joven investigadora japonesa Haruko Obokata.

El profesor Teruhiko Wakayama, de la Universidad de Yamanashi, explicó el lunes a la prensa que Obokata no le había presentado muestras que probaran la existencia de las células STAP, las cuales supuestamente vuelven a un estadio casi embrionario gracias a un proceso químico inédito que había inventado la investigadora.

“Todos los resultados de los análisis (realizados con elementos proporcionados por Obokata) van en el sentido de una negación de la existencia de las células STAP, aunque no puedo decir con absoluta seguridad que no existen”, explicó Wakayama.

El instituto público de investigación Riken, donde trabaja Obokata, dijo que ha descubierto en el laboratorio de la joven un frasco con la etiqueta “células madre embrionarias” que son del mismo tipo que las supuestas STAP entregadas por Obokata a Wakayama.

En el centro de una fuerte polémica desde febrero, la joven Haruko Obokata ha aceptado hace unos días retirar sus dos artículos sobre las células Stap publicados a finales de enero la revista científica británica Nature.

Obokata señaló que había logrado crear células sin diferenciar, capaces de evolucionar después para crear diferentes órganos, lo que suponía una revolución para la medicina regenerativa.

Desde el momento que se publicaron los artículos en Nature, Wakayama fue el primero en denunciar la presencia de datos inexactos.

Una comisión de investigación del instituto Riken concluyó que Obokata había retocado las imágenes publicadas, pero la interesada mantenía que sus experimentos son justos y que las modificaciones de los visuales eran una “error de inmadurez” que no ponía en entredicho sus trabajos.

Pero la comunidad científica tiene cada vez más dudas y espera impaciente que alguien pueda reproducir con éxito sus experimentos.